
Genética
'Hackean' el hígado de ratones para que generen 'ozempic' de manera natural
Científicos japoneses han logrado que ratones de laboratorio fabriquen internamente un fármaco similar a Ozempic, un hito que podría transformar la administración de medicamentos

La ingeniería genética ha dado un paso importante con un reciente estudio procedente de la Universidad de Osaka, Japón. Investigadores nipones han logrado modificar genéticamente a ratones para que produzcan por sí mismos exenatida, un medicamento precursor de otros tratamientos populares contra la diabetes y la obesidad, como Ozempic. Este avance abre una nueva vía de desarrollo en la medicina regenerativa.
La exenatida pertenece a la clase de agonistas del receptor GLP-1, compuestos que imitan una hormona intestinal que genera sensación de saciedad y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Aunque Ozempic y Mounjaro son los nombres más reconocidos actualmente, la exenatida fue uno de los primeros de esta categoría en el mercado.
Para conseguirlo, el equipo de Osaka empleó un método de edición genética basado en CRISPR. Introdujeron un gen en las células hepáticas de los roedores obesos y prediabéticos, instruyéndolas para fabricar el compuesto. Poco después de la intervención, detectaron la presencia del fármaco en la sangre de los animales, persistiendo hasta por 28 semanas, lo que permitió a los ratones alimentarse menos y ganar menos peso en comparación con sus congéneres no modificados.
Un avance notable en la producción de fármacos
Esta investigación representa una demostración de principio de considerable relevancia, tal y como recoge el medio Futurism. La idea de que el propio cuerpo pueda producir su medicación supone un cambio sustancial del modelo actual de la industria farmacéutica. No es la primera vez que se logra que organismos vivos generen péptidos similares a GLP-1.
Ya en 2017, investigadores de la Universidad de Chicago editaron genéticamente células de piel humanas y de ratón para que produjeran GLP-1, injertándolas posteriormente en animales receptores. Estos mostraron entonces un aumento de la insulina y una reversión del aumento de peso. Más recientemente, estudiantes de la Universidad de Ottawa lograron que una planta pariente del tabaco produjera un compuesto similar, ampliando el espectro de posibilidades.
Keiichiro Suzuki, autor principal del estudio de Osaka, ha manifestado la esperanza de que su diseño de un tratamiento genético de una sola aplicación pueda ser empleado para numerosas afecciones sin causas genéticas específicas. Esto podría abrir la puerta a terapias personalizadas que minimicen la necesidad de administraciones periódicas de medicamentos.
Retos y próximos pasos en la medicina del mañana
A pesar de la promesa que este tipo de avances encierra, existen retos importantes que abordar. La fórmula original de exenatida, administrada oralmente dos veces al día, tenía una duración mucho menor que la semaglutida (Ozempic). Aunque se desarrolló una versión de liberación prolongada, ambas fueron retiradas del mercado debido a riesgos conocidos de pancreatitis, una complicación también asociada a Ozempic, si bien la investigación al respecto aún no es concluyente.
Un punto crucial que estos estudios en ratones no han abordado es si la producción in vivo de estos fármacos podría reducir los efectos secundarios gastrointestinales, incluyendo la pancreatitis. Esta es una cuestión fundamental, dado el perfil de seguridad de los medicamentos GLP-1 en sus formulaciones actuales.
En paralelo a la investigación nipona, la compañía biofarmacéutica Fractyl Health también trabaja en una terapia génica para que el cuerpo genere sus propios GLP-1. La empresa ha iniciado este año el proceso de aprobación para ensayos en humanos en Europa, que, de ser aceptados por los reguladores sanitarios, podrían comenzar el próximo año, marcando un nuevo hito en la aplicación clínica de estas terapias.
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