
Exploración espacial
Hay una misión a Marte que podría cambiarlo todo: nos podría llevar allí
El futuro de la exploración espacial se asoma al planeta rojo, desentrañando sus secretos antes de la llegada de los humanos

La posibilidad de enviar seres humanos a Marte, uno de los grandes retos que se fija Elon Musk, plantea desafíos de gran complejidad que van más allá de la mera ingeniería espacial. Uno de los aspectos más importantes es la necesidad de comprender en profundidad las condiciones ambientales que los futuros astronautas encontrarán en el cuarto planeta del Sistema Solar. Esta meticulosa preparación es fundamental para garantizar tanto la seguridad de las tripulaciones como el éxito de cualquier misión de exploración.
En este contexto, la comunidad científica trabaja en diversas propuestas que busquen anticipar y mitigar los riesgos inherentes a un viaje interplanetario de esta envergadura. El objetivo es recopilar la mayor cantidad posible de información sobre el entorno marciano antes de que cualquier nave tripulada se acerque a su superficie, cuestión que requiere de un periodo de tiempo no inferior a los cuatro años, aunque se trabaja en métodos como la propulsión nuclear para acortar dichos plazos a la mitad.
Entre las iniciativas que buscan arrojar luz sobre las condiciones de Marte, destaca una propuesta de misión que podría marcar un antes y un después en el estudio del clima espacial marciano. Presentada en la reunión nacional de astronomía de la Royal Astronomical Society de 2025, esta iniciativa busca ser pionera en la investigación atmosférica del planeta vecino.
Una mirada profunda al clima marciano
El concepto de esta misión, conocida como M-MATISSE (Mars Magnetosphere ATmosphere Ionosphere and Space-weather SciencE), contempla el lanzamiento de dos orbitadores robóticos. Estos vehículos, según apuntan desde Scitech Daily, están diseñados para investigar varias capas de la atmósfera marciana y el entorno circundante, incluyendo la magnetosfera (la región controlada por el campo magnético del planeta), la ionosfera (una capa de gran altitud llena de partículas cargadas) y la termosfera (donde los gases atmosféricos escapan al espacio). También se dedicarán a examinar las condiciones de la atmósfera inferior y a monitorizar la acumulación de radiación.
Las dos naves espaciales que conformarían M-MATISSE serían idénticas, cada una equipada con el mismo conjunto de instrumentos. La idea es que observen el planeta rojo de forma simultánea, pero desde dos ubicaciones diferentes en el espacio. Una de ellas, bautizada Henri, pasaría la mayor parte de su tiempo dentro del sistema de plasma marciano, mientras que la otra, Marguerite, se situaría principalmente en el viento solar o en la cola más lejana de Marte, una región en gran parte inexplorada hasta la fecha.
La información recabada por M-MATISSE resultaría crucial para prevenir situaciones de riesgo tanto para futuras naves espaciales como para los astronautas. Este conocimiento es un requisito esencial para cualquier expedición robótica o humana a Marte. Adicionalmente, la misión ofrecería una visión más clara sobre la habitabilidad histórica y actual del planeta.
El papel fundamental del Reino Unido y la habitabilidad de Marte
El Reino Unido asume un papel de liderazgo en este esfuerzo internacional durante la fase de selección de la misión. Es responsable tanto del conjunto de instrumentos para el estudio de partículas, que promete las observaciones más precisas hasta la fecha de todas las partículas presentes en Marte –incluyendo neutrales, iones y electrones de diferentes energías–, como del Centro Científico de la misión. Desde este centro, en coordinación con la Agencia Espacial Europea, se planificará la ciencia y se coordinará la explotación de los datos.
La investigación de M-MATISSE aspira a desvelar cómo el viento solar influye en la atmósfera, la ionosfera y la magnetosfera de Marte. De la misma forma, persigue investigar el impacto de estas interacciones en la atmósfera inferior y en la superficie marciana, un aspecto de considerable importancia para entender la habitabilidad del planeta rojo y la evolución de su atmósfera y clima a lo largo del tiempo. Es fundamental comprender cómo el sistema marciano disipa la energía entrante del viento solar, incluida la radiación.
Actualmente, M-MATISSE es una de las tres candidatas que compiten para ser la próxima misión de "clase media" de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se espera que la misión elegida sea anunciada a mediados de 2026. Si obtiene la luz verde, sería la primera misión dedicada en exclusiva a la comprensión del clima espacial planetario en Marte.
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