Cambio climático

El hielo del Ártico desaparecerá en la próxima década

Las consecuencias se producen 10 años antes de lo que se pensaba y no importará qué políticas de prevención implementemos.

El oceano Ártico está cubierto por capas de hielo que no dejan pasar la luz, lo que condiciona la vida del lecho marino.
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Tanto en el Ártico como en la Antártida el hielo es un factor determinante en el clima del planeta: en verano refleja el calor hacia la atmósfera, mientras que en invierno el hielo marino impide que el calor se escape del océano al aire, aumentando las temperaturas. A eso hay que sumarle la importancia de la biodiversidad: "el Ártico está entrando en un nuevo estado ecológico, con alarmantes consecuencias para la humanidad" confirma un estudio. Por ello la noticia de que el hielo del Ártico desaparecerá en la próxima década podría tener consecuencias mayores de las que pensamos si los resultados de un reciente estudio se confirman.

De acuerdo con Dirk Notz, líder del estudio publicado en Nature, la capa de hielo del Océano Ártico desaparecerá durante el verano en la próxima década, 10 años antes de los que se pensaba. Y eso sin importar cuán agresivas sean las políticas contra las emosiones de gases de efecto invernadero. Incluso limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados de acuerdo con el tratado climático de París no evitará que la vasta extensión de hielo flotante del polo norte se derrita en septiembre.

"Es demasiado tarde para seguir protegiendo el hielo marino del verano ártico como paisaje y como hábitat - señaló Notz en una eentrevista -. Este será el primer componente importante de nuestro sistema climático que perdemos debido a nuestra emisión de gases de efecto invernadero".

Las consecuencias tendrán graves impactos en el clima pero también en nuestra salud. "Puede acelerar el calentamiento global al derretir el permafrost cargado de gases de efecto invernadero y aumentar el nivel del mar al derretir la capa de hielo de Groenlandia", añade el coautor Seung-Ki Min. Y el problema es que en el permafrost puede haber virus congelados completamente desconocidos, como el descubierto hace unos años y que permaneció allí casi 50.000 años.

Si bien el derretimiento del hielo marino no tendrá un impacto perceptible en los niveles del mar (el hielo ya está en el agua del océano), sí puede afectar a la capa de hielo de Groenlandia, de kilómetros de espesor, que contiene suficiente agua congelada para elevar los océanos seis metros. Un septiembre sin hielo en la década de 2030 "es una década más rápido que en las proyecciones recientes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)", el organismo asesor científico de la ONU, dijo Min.

En su informe histórico de 2021, el IPCC pronosticó con "alta confianza" que el Océano Ártico se volvería virtualmente libre de hielo al menos una vez para mediados de siglo, e incluso entonces solo bajo escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero más extremos. El estudio liderado por Min y Notz se basa en datos de observación que cubren el período 1979-2019. Los autores calcularon que la actividad humana fue responsable de hasta el 90 % de la reducción de la capa de hielo. Los científicos describen el Océano Ártico como "libre de hielo" si el área cubierta es menor de un millón de kilómetros cuadrados, alrededor del siete por ciento del área total del océano. Hasta ahora el mínimo que se ha alcanzado es de 3,4 millones de kilómetros cuadrados y ocurrió en 2012 pero el puesto segundo y tercero lo ocupan 2020 y 2019, respectivamente. Mientras tanto, el hielo marino en la Antártida se redujo a 1,92 millones de kilómetros cuadrados en febrero, el nivel más bajo registrado y casi un millón de kilómetros cuadrados por debajo de la media de 1991-2020.