
Actualidad
Los lobos gigantes de Colossal no son ciencia, son publicidad
La desextinción de Colossal Bioscience no es tal y está más movida por el mercado que por la preocupación medioambiental

Colossal Bioscience nos ha puesto directamente frente a uno de los mayores peligros de la industria científica moderna. La comunidad investigadora ha logrado desarrollar una ética suficientemente firme para contener la curiosidad de algunos científicos, pero insuficiente para frenar al mercado. Colossal Bioscience no ha logrado desextinguir a los lobos gigantes, pero ha captado la atención de una legión de potenciales clientes dispuestos a creerlo. Esos lobos grises ligeramente modificados son un primer paso de un nuevo mercado y no es descabellado imaginar que, si la legislación no lo impide, en unos años veremos parques de animales sintéticos y famosos adquiriendo criaturas a la carta. Una realidad no tan lejana que despierta infinidad de conflictos acerca de los derechos de los animales, la conservación del medio ambiente y los límites de la tecnología.
No hace falta que imaginemos un Parque Jurásico, solo su esencia. El propio Michael Crichton reconoce en su libro homónimo que esos reptiles que deambulaban por Isla Nublar no eran dinosaurios como tal. En su ficción, el ADN recuperado a partir de los mosquitos atrapados en ámbar se había degradado y decidieron rellenar los huecos con ADN de otras especies. Híbridos diseñados para parecerse a la imagen popular de los dinosaurios. Lo que ha ofrecido Colossal Bioscience hasta ahora es mucho menos espectacular, pero no se aleja mucho de este concepto centrado en las apariencias.
No son lobos gigantes
La noticia llegó a la prensa este pasado lunes (7 de abril) y, aunque los primeros titulares “celebraron” la desextinción de la especie, no tardaron en aparecer algunas voces críticas. Algunos artículos decidieron apartarse de la nota de prensa y cuestionar las afirmaciones de Colossal de la mano de expertos en genética y paleontología. Antes de que acabara la semana, la percepción popular ya había virado por completo, pasando de la celebración al escarnio. Los memes corrieron por las redes y la empresa perdió la confianza del gran público o, al menos, de parte. Porque, a pesar de todo hay una serie de hechos indiscutibles.
En rigor, Colossal Bioscience ha analizado ADN de dos ejemplares de lobo gigante (Aenocyon dirus) y afirman que es un 99,5% idéntico al del lobo gris. Así pues, han introducido 20 modificaciones en 14 de los genes de varios embriones de lobo gris, los han implantado en el útero de perras domésticos y han logrado tres cachorros modificados genéticamente, dos gemelos llamados Rómulo y Remo y una hembra a la que bautizaron como “Khaleesi”. Las imágenes, efectivamente, muestran lobos de seis meses, con un pelaje blanco y denso, algo más grandes que la media, con el cráneo alargado y que, al menos como cachorros, tenían un aullido peculiar. Sin embargo, aparte de un puñado de fotos y vídeos del resultado, la empresa no ha publicado su investigación, por lo que (por ahora) los resultados de su análisis de ADN y el éxito de la edición genética carecen de evidencia científica.
No es ciencia, es el mercado
La investigación científica no se comunica con notas de prensa sesgadas y cargadas de juicios de valor, se hace a través de publicaciones científicas. La comunicación al gran público es crucial, por supuesto, pero viene después. A pesar de los muchos problemas que tiene el sistema de publicaciones científicas, es la mejor forma de asegurar el rigor de las investigaciones. Un artículo científico debe incluir cada detalle de los métodos seguidos, debe exponer todos los resultados para que el lector juzgue por sí mismo y, finalmente, debe hacer una interpretación honesta de los datos. Si una investigación no se ha publicado en una revista científica indexada es tan solo una opinión, y ese es el caso.
Son muchos los científicos que quieren ver los datos obtenidos por Colossal Bioscience, pero el CEO Ben Lamm ha señalado que ellos se centran en la desextinción y que las publicaciones académicas no son su prioridad. Una política de empresa tan conveniente como poco científica, pero ¿quién dice que pretendan hacer ciencia? Recordemos que Colossal Bioscience ha conseguido buena parte de sus 10 mil millones de euros a través de mecenas famosos, como Peter Jackson, Paris Hilton, Tom Brady, Tiger Woods, Chris Hemsworth, Luke Hemsworth o Liam Hemsworth. De hecho, aparte de científicos realmente preparados, entre los asesores de Colossal Bioscience hay celebridades como George R.R. Martin, Kit Harrington y Sophie Turner. Figuras bien conocidas por ser, respectivamente, el escritor y dos de los principales protagonistas de Juego de Tronos.
El mayor fan service de la historia
Fan service hace referencia a los elementos de un producto que han sido añadidos con deliberada e injustificadamente para agradar a una comunidad de aficionados. ¿Son los lobos de Colossal Bioscience una estrategia de marketing para aprovechar el fenómeno que fue Juego de Tronos? Es algo que no podemos saber, pero hay detalles que nos invitan a pensar en la posibilidad. Podemos empezar con un rápido vistazo a las representaciones que hacen los paleoartistas de los lobos gigantes. Estas reconstrucciones se basan en estudios científicos que tienen en cuenta las inserciones musculares sobre los huesos, el contexto ambiental y una infinidad de detalles que, si bien no aportan certezas, son lo mejor que tenemos para imaginar cómo eran aquellas bestias en carne y hueso. Ahora, si tecleamos en Google “huargo de Juego de Tronos”, internet nos devolverá una miríada de imágenes inquietantemente parecidas a Rómulo, Remo y Khaleesi.
De hecho, según estudios recientes, los lobos gigantes se separaron de los lobos modernos hace 6 millones de años y su pariente vivo más cercano podría haber sido un chacal. Si esto fuera cierto y la finalidad sería obtener un animal genéticamente similar al lobo gitante, tomar como referencia al lobo gris sería una mala estrategia. Si, por la contra, la meta es obtener una criatura cuya apariencia despierte el interés de los aficionados de Juego de Tronos, la decisión resulta más comprensible. No obstante, según Colossal Bioscience, el color y las proporciones de sus lobos no son un reflejo de la ficción de G.R.R. Martin, sino de los indicios que han logrado deducir a partir del análisis genético de los dos especímenes de lobo gigante que han analizado. Y, por supuesto, es posible que sus investigaciones hayan encontrado pruebas firmes que contradigan a los estudios anteriores. Sin embargo, hasta que no los compartan en una revista autorizada, la evidencia científica que tenemos apunta en una dirección diferente.
¿Para qué?
Desde Colossal Bioscience insisten en que recuperar especies extintas hace millones de años podría restituir el equilibrio en algunos ecosistemas. Sin embargo, los ecosistemas han encontrado nuevos equilibrios, como los encontraron tras las grandes extinciones de nuestro planeta. Introducir mamuts lanudos o grandes carnívoros podría ser más disruptivo que beneficioso. Por otro lado, lograr una población suficientemente grande para que pueda perpetuarse sin caer en la endogamia entraña grandes complicaciones. Repoblar ecosistemas con estos seres no parece una aplicación muy realista, exhibirlos y venderlos a coleccionistas, sí.
Mientras tanto, solo podemos esperar que esos genes editados no tuvieran funciones desconocidas y que su alteración no desencadene enfermedades que afecten al bienestar de los tres lobos, por no hablar de las mutaciones inintencionadas que pueden haber desarrollado. Un escenario más que plausible que nos recuerda que toda la información que Colossal Bioscience todavía no ha querido compartir.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Según Colossal Bioscience, han utilizado la tecnología emplesada para editar genéticamente a sus “lobos gigantes” para criar lobos rojos, una especie en peligro crítico de extinción. La edición permitiría clonar ejemplares vivos, pero modificándolos para que no fueran idénticos y, así, introducir cierta variabilidad genética en las poblaciones salvajes. A falta de estudios que confirmen los resultados y analicen su impacto medioambiental, este proyecto sí puede ser una propuesta interesante para el medio ambiente.
REFERENCIAS (MLA):
- Lamm, Ben. "The Return of the Dire Wolf." Time, 7 de abril de 2025, https://time.com/7274542/colossal-dire-wolf/.
- Perri, Angela, et al. "Dire Wolves Were the Last of an Ancient New World Canid Lineage." Nature, vol. 591, 2021, pp. 87–91. https://www.academia.edu/44903957/_Nature_2021_Dire_wolves_were_the_last_of_an_ancient_New_World_canid_lineage.
✕
Accede a tu cuenta para comentar