Paleontología

Los mamíferos que sobrevivieron al meteorito no eran "tan aburridos" como pensábamos

Las diversas extinciones podrían haber sido el motor que impulsase la evolución de los mamíferos hasta su forma actual

Cráneos de dos antiguos mamíferos emparentados, o sinápsidos, que muestran los tamaños aproximados inferidos de los antepasados de dos de las principales diversificaciones evolutivas de los sinápsidos. El Varanosaurus (abajo), del Pérmico, tiene aproximadamente el tamaño del antepasado de todos los sinápsidos. Morganucodon (arriba), del Periodo Jurásico de la Historia de la Tierra, del tamaño de los antepasados de la mayoría de los mamíferos de la Era de los Dinosaurios y de los mamíferos mod...
Calaveras de dos mamíferos Ken AngielczykEurekalert

Hace 66 millones de años las cosas se pusieron bastante feas por la Tierra. Las evidencias apuntan a que, por aquel entonces, un asteroide de 10 Kilómetros de diámetro consiguió atravesar la atmósfera terrestre, provocando una de las mayores extinciones vividas en la historia de nuestro planeta.

Sin embargo, no fue solo el impacto lo que causó este desastre. La Tierra sufrió tal sacudida que se alzaron tsunamis de cientos de metros de altura, los terremotos duraron semanas y el polvo ocultó el Sol durante meses. Estuvieses en el punto en el que estuvieses, difícilmente podrías haberte librado de las consecuencias del meteorito.

Las condiciones siguieron siendo inhóspitas durante bastante tiempo, pero, aun así, algunas especies consiguieron sobrevivir. Empezó entonces una nueva etapa para los mamíferos, los cuales siguieron evolucionando hasta convertirse en las especies que hoy pueblan la superficie del planeta.

Durante décadas, la comunidad científica asumió que los mamíferos que sobrevivieron lo hicieron gracias a que sus características morfológicas eran bastante generalistas. Es decir, que eran capaces de comer casi cualquier cosa y adaptarse a las inclemencias que apareciesen.

Pero un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution muestra una visión totalmente opuesta. En este caso, el marcador se inclina a favor de la supervivencia de aquellas especies que presentaban rasgos novedosos, los cuales les habrían ayudado a sobrevivir durante las distintas extinciones masivas.

Según cómo se mire

La ciencia a veces se contradice. A fin de cuentas, parte del trabajo de los científicos es revisar que aquello que dábamos por válido lo sigue siendo a ojos de las nuevas tecnologías.

Para entender mejor qué ha llevado a los investigadores a creer que una hipótesis que lleva vigente desde el 1.800 podría ser falsa, vamos a poner un ejemplo. Imaginemos a los primeros homínidos que poblaron la tierra. Probablemente no estuviesen tan evolucionados como los humanos actuales. Sin embargo ¿pensaríamos que individuos capaces de crear y utilizar herramientas eran una especie poco evolucionada?

Pues una creencia parecida puede haber sido el motivo que nos ha llevado a pensar que los mamíferos “más simples” fueron los que tuvieron más probabilidades de sobrevivir.

Los investigadores descubrieron que las especies que consiguieron aguantar las adversidades producidas por el meteorito solo parecían poco desarrolladas en comparación con sus descendientes posteriores. Realmente, eran animales bastante avanzados para su época, con nuevos rasgos que podrían haberles ayudado a sobrevivir y adaptarse evolutivamente.

Para poder compararlas, el equipo confeccionó un árbol genealógico masivo de sinápsidos, un grupo de animales que poblaron la Tierra junto con los dinosauros. Éstos se caracterizan por presentar una única abertura en el cráneo, detrás de los ojos. Aunque lo realmente interesante es que entre ellos se encontraban los primeros mamíferos, los cuales, finalmente, se quedaron como los últimos miembros supervivientes del grupo.

Este genograma es uno de los árboles fósiles más grandes jamás producidos hasta el momento y tiene en cuenta todos los datos recogidos anteriormente por otros científicos. Cada sujeto, además, se representa junto con la información general sobre su dieta y el tamaño del cuerpo.

Más oportunidades de sobrevivir

Si bien al principio algunos de los supervivientes de las extinciones masivas parecían no estar especializados, un análisis más detallado reveló que tenían características más interesantes que otros que no corrieron la misma suerte.

Por ejemplo, muchos mamíferos de la época de los dinosaurios tenían dientes que eran buenos para cortar las presas. Por otra parte, unos pocos tenían estructuras dentales que actuaban como morteros y eran capaces de moler además de cortar. Este tipo de dentaduras más versátiles podrían haber sido una ventaja en momentos donde la disponibilidad de alimentos era escasa.

Los investigadores creen que los períodos de extinciones masivas sirvieron como purga para que estos “nuevos rasgos” proliferasen. Es decir, gracias a la desaparición de otros individuos menos evolucionados, los que presentaban rasgos más interesantes eran los que persistían y se extendían por el territorio.

Aunque puede parecer que con el Neodarwinismo se zanjó el tema de la evolución, estos resultados logran traer una nueva perspectiva al tema. Aun así, el hecho de que esta complejidad se manifieste en los mamíferos y sus parientes antiguos no quiere decir que sea aplicable a todas las especies. Ahora será necesario examinar otros grupos para ver si la situación en los mamíferos fue una excepción o el inicio de una nueva línea de investigación evolutiva.

QUE NO TE LA CUELEN

  • Estos hallazgos no significan que los animales hiperespecializados, como los pandas que solo se alimentan de bambú, sean menos vulnerables a la amenaza de extinción que las especies más generalistas, como los mapaches que pueden comer casi cualquier cosa.

REFERENCIA (MLA):

  • Derived faunivores are the forerunners of major synapsid radiations Nature Ecology & Evolution[[LINK:EXTERNO|||http://dx.doi.org/10.1038/s41559-023-02200-y" target="_blank">]]