Genética
Una menopausia temprana aumenta el riesgo de cáncer
El estudio se basa en un análisis de más de 100.000 mujeres y en la detección de mutaciones en el ADN.
En la última década, la menopausia se ha convertido cada vez más en un objeto de estudios en diversas ramas de la ciencia, tanto por su importancia en salud física como mental. Ahora, dos estudios realizados a más de 100.000 mujeres han revelado un conjunto de genes que ayudan a regular el momento en que una persona entra en la menopausia y, por lo tanto, la duración de su período reproductivo y algunos de los genes también podrían influir en el riesgo de cáncer.
La edad de la menopausia puede variar ampliamente y se sabe que está influida tanto por factores ambientales como genéticos. La esperanza es que estos catálogos genéticos ayuden a los investigadores a desarrollar tratamientos para la infertilidad y crear métodos para predecir cuándo una persona entrará en la menopausia. Los estudios se publicaron en Nature y en Nature Genetics.
Estos estudios se suman a una serie de esfuerzos recientes para identificar genes que contribuyen a la menopausia prematura. Pero la mayoría de esos estudios buscaron variantes genéticas que son comunes en la población, mientras que los nuevos proyectos se centraron en secuencias de ADN que son raras, y aun así podrían tener un mayor efecto en el envejecimiento ovárico que las secuencias más comunes.
La búsqueda de variantes genéticas raras requiere datos de un gran grupo de personas. Para obtener dichos datos, la genetista Anna Murray, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter (Reino Unido), coautora del artículo de Nature, y sus colegas se basaron en el Biobanco del Reino Unido, una enorme colección de datos biomédicos que incluye datos de secuencias de ADN, así como información sobre el estilo de vida y la salud de los participantes. Los investigadores se centraron en el ADN codificador de proteínas y encontraron nueve variantes genéticas asociadas con la edad de la menopausia. Cinco de los genes no se habían relacionado previamente con el envejecimiento de los ovarios.
Las mujeres con determinadas variantes en un gen llamado ZNF518A, por ejemplo, tenían más probabilidades de empezar a menstruar más tarde y de atravesar la menopausia antes que las mujeres que no tenían esas formas del gen. El resultado es una vida reproductiva que, en promedio, dura seis años menos.
Un factor que podría desencadenar esa menopausia temprana es la acumulación de mutaciones del ADN en los óvulos. Dichas mutaciones pueden desencadenar la reparación del ADN de los óvulos, o pueden hacer que los óvulos se autodestruyan. La respuesta de los óvulos al daño del ADN es clave para determinar el número de óvulos, dice Murray. "Y es el número de óvulos lo que determina su vida reproductiva".
El problema es que las mutaciones también pueden aumentar el riesgo de cáncer, y las variantes en cuatro de los genes que el equipo descubrió estaban vinculadas no solo a la menopausia temprana, sino también a un mayor riesgo de cáncer.
Para observar la relación entre la acumulación de mutaciones del ADN y el envejecimiento ovárico, Murray y sus colegas analizaron las secuencias genéticas de más de 8.000 "tríos" genéticos, el de una madre, un padre y un hijo.
El equipo descubrió que las mujeres que portaban variantes de ADN comunes que investigaciones anteriores habían asociado con una menopausia más temprana tenían más probabilidades de transmitir mutaciones que habían surgido en sus óvulos a su descendencia.
El hallazgo respalda la idea de que el daño del ADN está relacionado con el envejecimiento ovárico, según Murray. Pero cuando el equipo intentó repetir su experimento utilizando datos de un biobanco diferente, los resultados ya no fueron estadísticamente significativos.
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