Exploración espacial
Este es el misterio de las dos lunas de Marte
Han pasado casi 150 años desde su descubrimiento y aún desconocemos cómo se originaron. Pero una misión dará la respuesta.
Parece un relato de la mitología griega. Descubiertas en 1877 por el astrónomo Asaph Hall, las dos lunas de Marte fueron bautizadas como Fobos y Deimos, que según los clásicos eran los hijos de Ares, también conocido como Marte. De este modo, la elección del nombre de las dos lunas marcianas no esconde ningún misterio. Algo que sí se oculta detrás de su origen. Al menos hasta ahora.
Fobos (de unos 22 km de diámetro) y Deimos (de unos 13 km de diámetro), han desconcertado a los científicos durante décadas, y su origen ha dividido a la comunidad científica. Algunos han propuesto que pueden estar formadas por el choque de otro planeta o un gran asteroide que impactó contra la superficie de Marte.
Por otro lado, está la hipótesis opuesta: las lunas son asteroides que fueron capturados por la atracción gravitacional de Marte y quedaron atrapados en órbita.
¿Cómo se resuelve esta incógnita? La respuesta es sencilla: se necesita material de las superficies de Fobos y Deimos para realizar análisis. Y aquí es donde entra la próxima misión de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (Jaxa): Martian Moon eXploration (MMX) que se lanzará en septiembre de 2024. La misión será transportada por un cohete de nuevo diseño, el H-3, que todavía está en desarrollo.
Se espera que la nave espacial alcance la órbita marciana en 2025, después de lo cual orbitará Fobos y finalmente recolectará material de su superficie antes de regresar a la Tierra en 2029. ¿Cómo se sabrá qué teoría resulta cierta?
Si el origen hubiera sido un impacto, la lógica indica que el material hallado en las lunas sería similar al que se encuentra en Marte. Si bien los científicos no cuentan aún con material marciano (todavía), sí hay rocas que han sido expulsadas de su superficie y que han llegado a la Tierra. La pregunta obvia es cómo se sabe que son de Marte. La respuesta es que estos materiales tienen la misma huella química que las mediciones de la atmósfera de Marte.
Sin embargo, si se tratase de un asteroide capturado, es más probable que encontremos en Fobos material que se encuentra en otros asteroides de nuestro sistema solar: la condrita carbonosa. Y en este caso sí hay muchos ejemplos de meteoritos que permitirían la comparación.
Comparar meteoritos y material traído de Fobos será una herramienta muy útil para comprender el origen de las dos lunas. De hecho, si esta luna resulta ser un fragmento antiguo de Marte, podría tratarse de la muestra marciana más primitiva. Hay que tener en cuenta que Marte ha experimentado una amplia gama de procesos que han alterado las rocas de su superficie, incluida la erosión eólica y la alteración del agua. A partir de características como los lechos secos de los ríos observados desde orbitadores como el Viking, está claro que alguna vez existió agua en Marte.
Esta agua probablemente se originó a partir de una mezcla de asteroides, cometas y actividad volcánica. Marte también retuvo una atmósfera espesa, lo que permitió que el agua estuviera presente en forma líquida en la superficie del planeta.
Fobos, por otro lado, sigue siendo un cuerpo sin aire donde no se han producido procesos como la contaminación del agua (aunque es posible que se hayan producido impactos menores). Esto significa que las muestras devueltas desde esta luna podrían proporcionar información extremadamente importante sobre el contenido de agua original de Marte y una ventana a los procesos que ocurrieron en el sistema solar primitivo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar