
Espacio
Las misteriosas ondas de radio que llegan a la Tierra del espacio podrían guardar el poder de desvelar que hay entre las galaxias
Astrónomos han hallado la materia visible del universo que faltaba, oculta entre galaxias, empleando ráfagas de radio rápidas

El universo esconde buena parte de su materia ordinaria, aquella que constituye las estrellas, los planetas y, en definitiva, todo lo que podemos observar. Durante décadas, este componente fundamental del cosmos ha permanecido en un enigmático paradero, eludiendo su detección directa por parte de los astrofísicos.
No obstante, esta materia, conocida como bariónica, representa aproximadamente el 16 por ciento de la composición total del universo. A diferencia de la materia oscura, que es indetectable, la materia ordinaria sí emite luz. Sin embargo, su extrema dispersión en el vasto medio intergaláctico la hacía invisible a la observación habitual.
Este persistente enigma cosmológico ha comenzado a desvelarse gracias a un método innovador: el uso de las ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés). Estos breves pero intensos destellos energéticos, que viajan miles de millones de años luz, han servido como "faros cósmicos" para localizar y cuantificar esta materia oculta.
Las ráfagas de radio desvelan el cosmos oculto
En este sentido, en un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, investigadores del Caltech y del Centro de Astrofísica | Harvard y Smithsonian han logrado este notable hallazgo. Su trabajo se centró en cómo las ráfagas de radio, al atravesar el medio intergaláctico, sufren una dispersión que ralentiza sus longitudes de onda. Este efecto permite a los astrónomos medir la materia en su trayectoria. La investigación completa puede consultarse en Scitech Daily.
Asimismo, para llevar a cabo su análisis, el equipo examinó sesenta y nueve FRB, con distancias de hasta 9.100 millones de años luz de la Tierra. Entre ellos, el FRB 20230521B destaca por ser la ráfaga más distante jamás registrada. Aunque se han descubierto más de mil FRB, solo un centenar han sido rastreados hasta sus galaxias de origen; esta muestra fue crucial para las mediciones.
Por otra parte, treinta y nueve de las ráfagas estudiadas fueron identificadas mediante el Deep Synoptic Array-110 (DSA-110), una red de radiotelescopios californiana. Para determinar la distancia de estos fenómenos, se emplearon observatorios adicionales como el W. M. Keck en Hawái y Palomar en San Diego. Los treinta FRB restantes se detectaron con telescopios de otras partes del mundo, la mayoría gracias al Australian Square Kilometre Array Pathfinder.
Por último, los resultados de la investigación confirman que un considerable 76 por ciento de la materia ordinaria del universo se halla dispersa en el medio intergaláctico. Un 15 por ciento adicional se localiza en los halos que rodean las galaxias, mientras que el resto se concentra en el interior de las propias galaxias. Esta distribución valida las predicciones de las simulaciones cosmológicas y destaca el potencial de los FRB para otros campos, como la determinación de la masa de los neutrinos.
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