Cambio climático

Las muertes por olas de calor podrían triplicarse según nuevos estudios científicos

Entre 1999 y 2023 se han duplicado y ya suman más de medio millón anualmente.

Los problemas de las olas de calor
Los problemas de las olas de calorLos problemas de las olas de calor

La temperatura media más alta registrada desde 1850 se produjo en 2023. Estudios recientes sugieren que el riesgo de mortalidad relacionada con el calor está aumentando a nivel mundial. A esto hay que sumarle que el número de personas expuestas al calor extremo está creciendo exponencialmente debido al cambio climático en todas las regiones del mundo. La mortalidad relacionada con el calor en personas mayores de 65 años aumentó aproximadamente un 85% entre 2004 y 2021.

Entre 2000 y 2019, los estudios muestran que se producen aproximadamente 489.000 muertes relacionadas con el calor cada año de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 45% de ellas en Asia y el 36% en Europa.

Un reciente estudio analizó las tendencias en las tasas de mortalidad relacionada con el calor entre 1999 a 2023 en Estados Unidos. Los resultados mostraron que el número de muertes relacionadas con el calor aumentó de 1069 en 1999 a 2325 en 2023, lo que supone un incremento del 117 % en el número de muertes relacionadas con el calor.

¿Qué ocurrirá con el futuro? Otro (también reciente) estudio publicado esta vez en The Lancet, ha llegado a la conclusión que las muertes relacionadas con la temperatura podrían triplicarse, o más aún si también tenemos en cuenta las que provocan las olas de frío.

De hecho, señalan los autores, la proporción de muertes por frío y por olas de calor sería de 2,6 a 1. “También se espera que el cambio climático amplíe las disparidades en la mortalidad regional, afectando particularmente a las regiones del sur de Europa como resultado de un marcado aumento de las muertes relacionadas con el calor”, concluyen los autores.

Sin embargo, los autores distinguen dos regiones en Europa claramente diferentes en este sentido. Por un lado, las del Mediterráneo (con Grecia, Italia y España en cabeza) que se verán afectadas cada vez más por las olas de calor, mientras que las que sufrirán las bajas temperaturas estarán más al norte y afectarán principalmente a las naciones escandinavas, Rusia, China, Canadá y el Norte de Estados Unidos.

Pero lo que preocupa a los científicos es la disparidad de recursos y la ausencia de estudios que hablen sobre los países al sur del ecuador, fundamentalmente apuntan a África y al sudeste de Asia, regiones en las que aún no se ha investigado suficiente y que poseen menos opciones tecnológicas y financieras para combatir el calor.