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Astronomía

La NASA captura las imágenes más cercanas al Sol de la historia

La sonda solar Parker de la NASA nos acerca al corazón del Sol con imágenes sin precedentes

Lluvia coronal, donde el plasma de la atmósfera solar se enfría y empieza a caer siguiendo las líneas de un campo magnético NASA/GSFC/SDO

La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) ha desvelado nuevas imágenes de la atmósfera solar, captadas a una distancia nunca antes alcanzada. Estas instantáneas provienen de la sonda Parker Solar Probe (PSP), una misión lanzada en 2018 con el objetivo principal de estudiar el plasma coronal y el campo magnético de nuestra estrella. La NASA describe esta iniciativa como una misión para "tocar el Sol", una expresión que refleja la audacia de su cometido. Fruto de ello, la sonda Parker es la nave que más se ha acercado al Sol.

Desde su puesta en órbita, la PSP ha logrado acercarse progresivamente al Sol, batiendo récords en cada pasada por su proximidad. Este hito no solo representa un logro técnico en la ingeniería espacial, sino que también promete transformar nuestra comprensión de los complejos fenómenos que ocurren en las capas más externas de nuestra estrella.

Los datos recabados son esenciales para mejorar la predicción del clima espacial, un factor crítico para la seguridad de las infraestructuras en la Tierra y en el espacio. Comprender el comportamiento del Sol cobra importancia para proteger a los astronautas y la tecnología que empleamos en nuestro día a día, como las redes eléctricas y los satélites. Además, permite establecer la existencia de elementos como la 'barrera de helicidad' que explican el sobrecalentamiento anómalo de la corona solar.

La mirada más cercana a la corona solar

El pasado 24 de diciembre de 2024, la nave espacial realizó un acercamiento histórico, situándose a solo 6,1 millones de kilómetros de la superficie solar. Para ponerlo en perspectiva, es una distancia asombrosamente reducida, lograda a una velocidad sin precedentes de 692.000 kilómetros por hora, lo que minimizó el tiempo de exposición extrema. Estas condiciones tan rigurosas han permitido a la PSP obtener las imágenes más próximas y detalladas de nuestra estrella, según apuntan desde Science Alert.

La sonda Parker lleva a bordo cuatro instrumentos principales, entre ellos el WISPR (Wide-field Imager for Solar Probe), un sistema de imagen de campo amplio. El WISPR cuenta con dos cámaras reforzadas contra la radiación, diseñadas específicamente para soportar la intensidad del Sol. Su labor consiste en captar imágenes de la corona, el viento solar y otros fenómenos que se producen en las inmediaciones de nuestra estrella. En este último acercamiento, el WISPR nos ha mostrado la corona solar y el viento solar de una forma totalmente novedosa.

Nicky Fox, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington, ha destacado la importancia de estos hallazgos. Afirmó que la sonda Parker ha logrado transportar a los científicos directamente a la dinámica atmósfera de nuestra estrella, permitiendo observar directamente el origen de las amenazas del clima espacial a la Tierra, sin depender únicamente de modelos teóricos. Esta nueva información resulta fundamental para afinar las predicciones del clima espacial y garantizar así la seguridad de las misiones y la tecnología.

Desentrañando el viento solar y las eyecciones de masa coronal

El estudio del viento solar y de las eyecciones de masa coronal (CME) tiene implicaciones importantes para nuestra seguridad tecnológica. El viento solar, una corriente constante de partículas cargadas que emana del Sol, es el responsable de las auroras boreales y australes, pero también puede dañar redes eléctricas y satélites. A medida que la humanidad expande su presencia en el espacio cislunar y multiplica los satélites en órbita baja, entender estos fenómenos es más apremiante que nunca.

Mientras que el viento solar es un flujo continuo, las eyecciones de masa coronal son eventos episódicos. Se trata de expulsiones de plasma que pueden contener miles de millones de toneladas de material y viajar a velocidades elevadas. Aunque solo una fracción de estas eyecciones alcanza la Tierra, cuando lo hacen, pueden provocar tormentas geomagnéticas capaces de causar importantes daños a la infraestructura tecnológica.

La sonda lleva el nombre de Eugene Parker, el heliofísico estadounidense que acuñó el término "viento solar" en 1958. Sus teorías, aunque en su momento encontraron considerable resistencia, revolucionaron nuestra concepción científica del Sol. La PSP, con el apoyo de las tecnologías más modernas, ha superado a todas las misiones anteriores en su capacidad de acercamiento al astro.

Uno de los fenómenos que ha revelado la PSP es la naturaleza de los "switchbacks". A diferencia del viento solar cerca de la Tierra, que es bastante constante, la zona próxima al Sol es mucho más caótica debido a sus poderosos campos magnéticos. Cuando la PSP se aproximó a 23,6 millones de kilómetros del Sol, mostró que algunos de estos campos presentan un patrón en zigzag.

Estas estructuras en zigzag, bautizadas como "switchbacks", resultaron ser más comunes de lo que se pensaba y suelen aparecer agrupadas. A medida que la PSP se adentró más en la corona solar, observó que el límite de esta era irregular y compleja. En sus acercamientos posteriores, la sonda logró identificar el origen de los "switchbacks" en parches solares donde se forman embudos magnéticos. Las imágenes demostraron que estos fenómenos son parcialmente responsables del viento solar rápido, uno de los dos componentes principales de este flujo de partículas.

Nour Rawafi, científico del proyecto Parker Solar Probe en el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins, subrayó que la gran incógnita ha sido siempre cómo se genera el viento solar y cómo logra escapar de la inmensa atracción gravitatoria del Sol. Aunque aún no existe un consenso definitivo, los nuevos datos intrigantes recogidos por la PSP nos acercan a desvelar los orígenes y la evolución de estos flujos de partículas. La próxima órbita de la sonda, prevista para septiembre de 2025, promete más imágenes y datos cruciales sobre el viento solar lento y otras facetas desconocidas del Sol.