Exploración espacial

La NASA quiere que la dieta de los astronautas incluya asteroides

Los compuestos orgánicos que se pueden encontrar en estas “granjas estelares” permitirían crear biomasas aptas para alimentar a los viajeros espaciales.

Bennu
Un asteroide como Bennu podría aportar alimentos para más de mil años. NASA Goddard Space Flight Center NASA Goddard Space Flight Center

Uno de los obstáculos de las misiones espaciales de media y larga duración no es la gravedad y sus efectos en el cuerpo humano o la radiación. Tampoco es la búsqueda de un combustible apto para llegar más lejos y más rápido, sino los alimentos que consumirán en el viaje y en el destino.

Un equipo de científicos del Instituto de Exploración de la Tierra y el Espacio de la Universidad Western han identificado una forma de producir biomasa comestible, es decir, alimentos, utilizando microbios y compuestos orgánicos que se encuentran en los asteroides. Su proceso propuesto aborda la cuestión de cómo almacenar suficiente comida para futuras misiones a los confines del sistema solar, o incluso más allá.

“Para explorar profundamente el sistema solar, será necesario depender menos del cable de reabastecimiento a la Tierra”, señalan los autores del estudio liderado por Eric Pilles.

Actualmente, la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) depende de misiones de reabastecimiento desde la Tierra, lo que es costoso y logísticamente complicado. La agricultura en el espacio, aunque posible, también es compleja. Es por eso que los investigadores sugieren una fuente de alimentos “más local”: las rocas espaciales.

Su solución requiere el uso de altas temperaturas para descomponer los compuestos orgánicos que se encuentran en los asteroides en entornos sin oxígeno, un proceso conocido como pirólisis. Los hidrocarburos resultantes podrían luego ser utilizados por microbios que consumirían el material orgánico y producirían biomasa de valor nutricional para los humanos, según el equipo de Pilles.

El estudio se centró en un tipo específico de asteroide llamado condritas carbonosas, que contienen hasta un 10,5% de agua y cantidades sustanciales de materia orgánica. Esto incluye asteroides como Bennu, que la misión OSIRIS-REx de la NASA visitó en 2018 para recolectar muestras. Esa misión trajo de regreso fragmentos de la roca espacial a la Tierra en septiembre de 2023 para investigación científica.

Sin embargo, antes de trabajar con muestras reales de asteroides, el estudio actual calcula el rendimiento potencial de alimentos que podría producirse utilizando los métodos sugeridos, así como la cantidad total de material de asteroides que se necesitaría para producir esas cantidades.

En resumen, Pilles estima que asteroides como Bennu podrían utilizarse para producir entre 50 y 6.550 toneladas métricas de biomasa comestible con calorías suficientes para sustentar entre 600 y 17.000 años de vida de astronautas. El mínimo se basa en que solo los hidrocarburos alifáticos se conviertan en alimentos, mientras que el máximo requiere que se utilice toda la materia orgánica insoluble.

Por lo tanto, la minería de asteroides podría revolucionar teóricamente los viajes espaciales de larga duración al permitir que los astronautas dependan de alimentos de origen local en lugar de tener que despegar con grandes cantidades desde la Tierra. Sin embargo, será necesario realizar más estudios para analizar cómo se extraerían y procesarían los asteroides durante dichas misiones y si el alimento resultante es apto para el consumo. Y también apetecible.

“Basándose en estos resultados – concluye el estudio -, este enfoque de utilizar el carbono de los asteroides para proporcionar una fuente de alimentos distribuida para los humanos que exploran el sistema solar parece prometedor, pero hay áreas sustanciales de trabajo futuro necesarias”.