Oncología

Nuevo tratamiento contra el cáncer hace lo que no se debería hacer. Y funciona

La clave está en llevar las células tumorales al agotamiento e impedir su reproducción.

Células cancerígenas cáncer
Llevar las células a una reproducción acelerada.Freepik

Hasta ahora, una de las dianas de los estudios oncológicos se centraba en impedir la reproducción de las células y así inhibir su crecimiento. Son muchos los medicamentos y tratamientos que alteran los procesos que las células cancerosas necesitan para dividirse rápidamente. Pero estas células han evolucionado para tener una respuesta a estas terapias y, como resultado, el tumor deja de responder al tratamiento. ¿Qué pasaría entonces si hacemos todo lo contrario?

Esa es la pregunta que se hizo Matheus dos Santos Días, científico del Instituto del Cáncer de los Países Bajos. Pero no fue fácil, ya que tuvo que convencer a otros científicos de que valía la pena explorar esta vía alternativa: estimular las células cancerosas, no suena a estrategia adecuada contra el cáncer, ¿verdad?

“Vamos en contra de la opinión predominante de que solo se pueden combatir las células cancerosas inhibiéndolas – explica dos Santos Dias en un comunicado -. Pero teníamos pruebas sólidas de que también funciona si las sobreestimulas y las agotas".

Para ello se propuso encontrar un fármaco que estimulara las células cancerosas, así como un fármaco asociado perfectamente adecuado que luego pudiera completar el trabajo. Con ello quiere alterar el equilibrio de las células cancerosas hasta el punto de que ya no puedan salvarse a sí mismas.

“Es como el motor de un coche de carreras: si aumentamos las revoluciones por minuto y apagamos el sistema de enfriamiento, se recaliente el motor y explota. Eso es exactamente lo que estamos tratando de hacer con los fármacos – añade dos Santos Dias -. Pero no es fácil. Los fármacos activadores no son tan comunes, casi todo el mundo produce inhibidores. Pero encontramos uno con el que podríamos trabajar”.

Ese último fármaco actúa sobre la proteína PP2A, una de las responsables de la supresión tumoral. En un experimento a gran escala con todo tipo de combinaciones de medicamentos, el equipo de dos Santos Dias descubrió que un inhibidor de WEE1 (una proteína que controla el crecimiento y la división celular, presente en cantidades mayores en células tumorales). La combinación de ambas activa al extremo las células, las estresa y les impide funcionar “correctamente” (léase reproducirse de forma descontrolada). En los primeros ensayos realizados en ratones se ha demostrado que la estrategia tiene resultados positivos y los efectos secundarios parecen manejables. Los autores del estudio esperan poder iniciar los ensayos con humanos a finales de este año.

“Esto no significa obviamente que no tendrá efectos secundarios en los seres humanos – afirma Dos Santos Días-. Pero sospechamos que las células normales pueden defenderse de esta activación mucho mejor que las células cancerosas, que por sí mismas ya están en mayor velocidad".

El escepticismo inicial ahora se ha transformado en una nueva alternativa viable. "Esta investigación hace pensar sobre el cáncer de forma muy diferente – señala Neeltje Steeghs, directora de la Unidad de Investigación Clínica del Instituto del Cáncer de los Países Bajos -. Al principio, los médicos e investigadores todavía tenían dudas sobre este concepto, pero ahora el apoyo es increíble. Científicamente, este concepto es difícil de refutar. Espero que ahora otros laboratorios también comiencen a probar este enfoque paradójico, incluyendo también otros medicamentos”.