Dinosaurios

Paleontólogos descubren el último gran error de Parque Jurásico y te va a decepcionar

Un nuevo estudio sugiere que hemos sobreestimado muchísimo la inteligencia de los dinosaurios, como el T. rex y los raptores

Fotograma de Parque Jurásico
Fotograma de Parque JurásicoSteven SpielbergCreative Commons

Nuestra relación con los dinosaurios ha ido cambiando. A medida que los hemos ido conociendo, hemos combatido nuestros sesgos, pero han ido apareciendo otros. Al principio, asumiendo que si se habían extinto era por algo, los dimos por lagartos gordos, torpes y tontos. Poco a poco, las pruebas fueron demostrando que no eran especialmente torpes y que, algunos, tenían una inteligencia notable para ser reptiles. Y, por supuesto, la cultura popular tomó esta información y, en Parque Jurásico, nos presentó a raptores supertinteligentes que podrían competir con un delfín o un chimpancé. Pues bien, un nuevo estudio sugiere que nos hemos vuelto a pasar de frenada y que, posiblemente, fueran más tontos de lo que pensábamos.

La pregunta es obligada: ¿cómo podemos saberlo? Más vale que tengamos buenas evidencias para afirmar tal cosa cuando nos estamos arriesgando a tirar por la borda uno de los principales referentes de nuestra generación. Durante los últimos años los paleontólogos han encontrado multitud de ejemplos de dinosaurios con plumas, han descubierto que muchos eran algo menos grandes de lo que pensábamos, que el T. rex no era tan predador como soñábamos y que el famoso espinosaurio que protagonizó Parque Jurásico III tenía un aspecto muy diferente y mucho menos aterrador. Ahora peligra incluso la inteligencia de los icónicos raptores de la saga.

Un negativo del cráneo

Es cierto que no es fácil sacar conclusiones sobre la cognición de animales que llevan más de 65 millones de años extintos, y ese es precisamente el problema. Los trucos a los que solemos recurrir son las medidas indirectas. Tal vez no podamos pesar sus cerebros, que no fosilizan y por lo tanto se han perdido en los tiempos. Sin embargo, podemos medir el volumen que encerraba su cavidad craneal. Sabiendo el espacio que hay dentro de su cráneo, podemos hacernos una idea del tamaño de su cerebro. Y, hasta ahora, ese dato había permitido que los paleontólogos estimaran la cantidad de neuronas que tenían asumiendo que tenían una densidad de neuronas por centímetro cúbico comprendida entre la de cocodrilos y aves.

De hecho, el año pasado se publicó un artículo bastante sonado sugiriendo que el T. rex tenía una cantidad enorme de neuronas en su cerebro, un dato que guarda cierta correlación con la inteligencia. Los investigadores llegaron incluso a comparar la inteligencia de este rey tirano de los lagartos con la de un mono y propusieron que, tal vez, había llegado a utilizar herramientas con sus fauces. Solo había un pequeño problema: estaban equivocados.

Pues no

El nuevo estudio, publicado hoy en The Anatomical Record cuenta entre sus autores con Hady George, el Dr. Darren Naish, el Dr. Kai Caspar, el Dr. Cristian Gutiérrez-Ibáñez y el Dr. Grant Hurlburt. Y, entre todos, han estado examinando de cerca las técnicas utilizadas para predecir el tamaño del cerebro y el número de neuronas de los dinosaurios. Los resultados eran claros: habíamos estado estimando mal estas cantidades. Los dinosaurios tenían, en general, cerebros más pequeños y menos neuronas de lo que pensábamos. Dicho de otro modo: posiblemente fueran menos inteligentes.

Es más, en el caso concreto del T. rex, añaden que su cerebro anterior era proporcionalmente menor a lo que habíamos estimado. "Determinar la inteligencia de los dinosaurios y otros animales extintos se hace mejor utilizando muchas líneas de evidencia que van desde la anatomía general hasta las huellas fósiles en lugar de depender únicamente de estimaciones del número de neuronas", explicó Hady de la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol. Y añaden que, incluso si el recuento de neuronas fuera correcto, no sería un marcador de inteligencia tan bueno como algunos investigadores parecen creer.

"La posibilidad de que el T. rex pudiera haber sido tan inteligente como un babuino es fascinante y aterradora, con el potencial de reinventar nuestra visión del pasado", concluyó el Dr. Darren Naish, uno de los expertos que hay tras la investigación. "Pero nuestro estudio muestra cómo todos los datos que tenemos están en contra de esta idea. Eran más como cocodrilos gigantes inteligentes, y eso es igual de fascinante". Sin duda, como dice Darren Naish que fueran algo más inteligentes que los cocodrilos es muy interesante, pero aceptémoslo, como protagonistas de una ficción, estos nuevos dinosaurios de bajo cociente intelectual pierden un poco.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • El resultado de este estudio parece ser la mejor prueba que tenemos hasta el momento sobre la inteligencia de los dinosaurios en su conjunto. No obstante, todavía podemos llevarnos muchas sorpresas, sobre todo con algunas especies en concreto. De hecho, debemos tener en cuenta que algunas especies tremendamente inteligentes vivas, como los cuervos, no parecen tener un cerebro demasiado grande para su peso. En ellos, la clave de su inteligencia está en la estructura del cerebro más que en su volumen, en cómo se conectan sus neuronas y en la manera en que se reparten sus cuerpos neuronales.

REFERENCIAS (MLA):

  • Dr Kai Caspar “How smart was T. rex? Testing claims of exceptional cognition in dinosaurs and the application of neuron count estimates in palaeontological research” The Anatomical Record(2024)