Astronomía

Un planeta demasiado grande para su sol

En proporción con su estrella, es cien veces más grande que la Tierra

Astronomía
Representación artística del planeta descubierto y su estrellaPenn SatePenn State

Cada vez más raro, cada vez más extremo y extraño nos resulta el universo. Y no debería llamarnos la atención, teniendo en cuenta que el 90% está formado por energía y materia oscura, que no podemos analizar excepto por su interacción con otras fuerzas y cuerpos celestes. Y ahora un nuevo hallazgo suma más incógnitas aún: descubren un planeta que es demasiado masivo para su sol, algo que pone en duda lo que se sabía anteriormente sobre la formación de planetas y sus sistemas solares.

En un estudio publicado en Science, un equipo de científicos liderados por Suvrath Mahadevan, describen el descubrimiento de un planeta que es 13 veces más masivo que la Tierra (nada extraño hasta aquí) orbitando la estrella "ultrafría" LHS 3154. El problema, por decirlo de algún modo, es las estrellas enanas ultrafrías (la más conocida es Trappist-1) sueles ser unas diez veces menos masivas que nuestro Sol. Esto hace que la relación entre la masa del planeta descubierto y la masa de LHS 3154, sea más de 100 veces mayor que la de la Tierra y el Sol.

De este modo, el hallazgo ha permitido conocer el planeta más masivo hasta la fecha en una órbita cercana alrededor de una enana ultrafría, las estrellas menos masivas y más frías del universo. El descubrimiento va en contra de todo lo que las teorías actuales predecirían sobre la formación de planetas alrededor de estrellas pequeñas y marca la primera vez que se detecta un planeta con una masa tan alta orbitando una estrella de masa tan baja.

Comparativa de nuestro Sol con la enana ultrafría Trappist-1
Comparativa de nuestro Sol con la enana ultrafría Trappist-1ESAESA

"Este descubrimiento realmente deja claro lo poco que sabemos sobre el universo - explica Suvrath Mahadevan, líder del estudio, en un comunicado -. No esperarábamos que existiera un planeta tan pesado alrededor de una estrella de tan baja masa".

El equipo de Mahadevan detectó este planeta, llamado LHS 3154b, utilizando un espectrógrafo astronómico, construido en Penn State, y diseñado para detectar planetas que orbitan alrededor de las estrellas más frías fuera de nuestro sistema solar y que tienen potencial para tener agua líquida, un ingrediente clave para la vida.

Si bien estos planetas son muy difíciles de detectar alrededor de estrellas como nuestro Sol, la baja temperatura de las estrellas ultrafrías significa que los planetas capaces de tener agua líquida en su superficie están mucho más cerca de su estrella en relación con la Tierra y el Sol. Esta exigua distancia, combinada con la baja masa de las estrellas ultrafrías, da como resultado una señal detectable que anuncia la presencia del planeta, explican los autores.

“Hay que pensar en la estrella como si fuera una fogata – añade Mahadevan -. Cuanto más se enfríe el fuego, más cerca tendrás que acercarte para mantenerte caliente. Lo mismo ocurre con los planetas. Si la estrella es más fría, entonces un planeta necesitará estar más cerca de esa estrella para que esté lo suficientemente caliente como para contener agua líquida. Si un planeta tiene una órbita lo suficientemente cercana a su estrella ultrafría, podemos detectarlo viendo un cambio muy sutil en el color del espectro o la luz de la estrella cuando es arrastrada por un planeta en órbita. Lo que hemos descubierto proporciona una prueba real para todas las teorías existentes sobre la formación de planetas”.