Neurociencias

Por primera vez sincronizan el cerebro de un mono a un ordenador

Se trata de un experimento que se llevó a cabo en China y permitió que controlara un brazo mecánico con el cerebro

Implantes cerebro
El cerebro de un mono se conecta a un ordenadorPlacidPlacePlacidPlace

Lo primera que pensamos al leer microchip y cerebro es en Neuralink, la empresa de Elon Musk. Pero no es este el caso. En 2020, un equipo de científicos chinos insertaron con éxito dos microelectrodos en el cerebro de un hombre de 72 años cuyo cuerpo estaba paralizado del cuello para abajo, conectando su sistema nervioso central a un brazo mecánico. Después del procedimiento, supuestamente, el hombre pudo manipular su brazo a través de impulsos cerebrales normales. Fue el primer procedimiento BCI (siglas de Brain Computer Interface o Interfaz Cerebro Ordenador) exitoso de China en un ser humano. Y ahora lo habría conseguido otra vez, solo que con un primate no humano.

De acuerdo con un artículo publicado por la prensa china un equipo de científicos de la Universidad Médica del Hospital Xuanwu, liderados por el neurocirujano Ma Yongjie, habrían realizado con éxito el "primer experimento de BCI del mundo en un mono. Este avance pondría al gigante asiático cabeza a cabeza con los avances que busca alcanzar Neuralink. "El éxito de la primera prueba con animales es un avance de cero a uno, pero llevar el éxito a la clínica es un proceso de 1 a 100, por lo que todavía tenemos un largo camino por recorrer”,afirma Yongjie.

La tecnología de interfaz cerebro-ordenador traduce las señales eléctricas en órdenes, lo que ayuda a los pacientes con disfunción motora a "interactuar con su entorno y mejorar su calidad de vida", agregó Yongjie, quien formó parte del equipo que realizó el experimento. Actualmente las tres principales tecnologías de BCI que se encuentran en desarrollo son la intervencionista, la invasiva y la no invasiva. La primera de ellas conecta el cerebro al ordenador mediante una cirugía mínimamente invasiva, muy similar a un stent cardíaco, y requiere un procedimiento quirúrgico menor que la invasiva, al mismo tiempo que proporciona una mejor calidad de señal que la tecnología no invasiva.

El equipo de Yongjie identificó señales de electroencefalografía (EEG) después de colocar un electroencefalógrafo en la pared cerebrovascular de un mono mediante cirugía mínimamente invasiva. Estos impulsos permitieron que controlara un brazo robótico con sus pensamientos. Sin embargo esta técnica no estaría lista para uso clínico hasta dentro de "cinco años o incluso más” señalan los responsables del avance. La conclusión exitosa del experimento significa un "salto adelante" en las tecnologías de señales EEG de China, pasando de la recopilación pasiva al control activo, afirma el artículo.