Ciencia

Por qué los gitanos de la Península Ibérica son diferentes a los del resto de Europa

Un estudio confirma que el pueblo romaní llegó desde la India

Imgen del artículo publicado en 'Human Genetics' donde se aprecia la estructura genética de la población de los grupos gitanos europeos REMITIDA / HANDOUT por UPF Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 20/05/2025
Estructura genética de la población de los grupos gitanos europeosUPFEuropa Press

Un estudio realizado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha revelado las diferencias genéticas entre los gitanos de la Península Ibérica y los del resto de Europa. Además, el análisis muestra que el genoma de todos los grupos romaníes europeos presenta dos tercios de ancestros del oeste de Eurasia y un tercio del sur de Asia, lo que coincide con estudios previos que sitúan su origen romaní en el subcontinente indio.

La investigación, llevada a cabo por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro de investigación mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la UPF, ha sido llevado a cabo con 110 gitanos ibéricos voluntarios y una treintena más del resto de Europa muestra el análisis genómico más completo hasta ahora del pueblo romaní y confirma, por primera vez, que los gitanos se emparejan principalmente entre miembros de su comunidad, aunque a lo largo del tiempo también se han mezclado con poblaciones no gitanas, especialmente en la Península Ibérica.

El estudio confirma también que los gitanos migraron a Europa en una única ola desde la India en tiempos históricos, lo que descarta la posibilidad de un origen judío o norteafricano.

“La diáspora de los gitanos es resultado de una única ola migratoria que fue desde la India hasta los Balcanes, a donde llegaron hace 1000 años, y posteriormente de los Balcanes hacia el resto de Europa y la Península Ibérica, donde los encontramos desde hace más de 600 años”, señala el investigador David Comas, que lidera el análisis junto a Giacomo Francesco, ambos adscritos al Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) ​​de la Universidad Pompeu Fabra y al Instituto de Biología Evolutiva (IBE CSIC-UPF).

Según el análisis, los romaníes ibéricos muestran una mayor proporción genómica del suroeste de Europa, donde residen, y una menor proporción del sudeste europeo y del sur de Asia , de donde provienen, en comparación con los romaníes del resto de Europa.

Esto demuestra que se han mezclado más con no romaníes en la península que el resto de gitanos europeos con poblaciones de Europa. “Estas diferencias pueden estar relacionadas con tradiciones culturales e imposiciones legislativas que han afectado diferencialmente a los grupos gitanos”, señala David Comas.

Por otra parte, el análisis genómico muestra que los romaníes de una misma región geográfica de la Península Ibérica se emparejan más entre ellos que con romaníes de otras regiones, situación que no se da entre no romaníes de la Península.

Los investigadores han detectado un aumento del mestizaje, que comenzó comenzó hace unas cinco generaciones en el caso de los romaníes ibéricos y hace unas diez entre los del resto de Europa. En cualquier caso, el análisis genómico sugiere que las migraciones y el mestizaje fueron continuos durante los siglos XVIII y XIX en toda Europa, y mayores de lo que inicialmente pensábamos: "Se trata de una comunidad endogámica, pero no cerrada", matiza Comas.

600 años en la Península Ibérica

Actualmente, no hay censos demasiado precisos sobre el número de gitanos en Europa, pero se estima que son entre 10 y 15 millones de personas. Una de las poblaciones más numerosa se encuentra en la península ibérica, con un millón de individuos, donde reciben el nombre de calés. Los primeros registros documentales de su presencia se encuentran en Zaragoza, en 1425. Por este motivo, este año se conmemora el 600 aniversario del pueblo gitano en la Península Ibérica. Sin embargo, con este estudio genético se ha comprobado que su llegada a la península fue ligeramente anterior, hace unos 625 o 650 años.

Según el estudio de la Pompeu Fabra, pese a que la bienvenida inicial de los gitanos en la península fue acogedora, rápidamente se les obligó a asentarse en un territorio concreto y se les limitó la libertad.

En 1749, durante la “Gran Redada”, miles de romaníes fueron arrestados y encarcelados. A pesar de ser ciudadanos de pleno derecho, el pueblo romaní todavía sufre desigualdades socioeconómicas en comparación con el resto de la población.