Descubrimiento

El Telescopio Espacial James Webb captura una imagen de una estrella recién nacida

El astro está situado en la constelación de Orión, a aproximadamente 1.300 años luz de la Tierra

Telescopio James Webb levantado por una grúa en el Goddard Space Flight Center (Laura Betz/NASA via AP, File)
Telescopio James Webb levantado por una grúa en el Goddard Space Flight Center (Laura Betz/NASA via AP, File)Laura BetzAgencia AP

El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha capturado una imagen fascinante de una protoestrella conocida como HH212, situada en la constelación de Orión, a aproximadamente 1.300 años luz de distancia de la Tierra. Esta imagen revela un momento asombroso: el nacimiento de una estrella.

La protoestrella, estimada en menos de 50.000 años de edad, ha sido inmortalizada en una imagen espectacular que muestra potentes chorros de gas de color rosado o rojizo. Estos chorros representan las emisiones de gas a través de las cuales la estrella regula su nacimiento, indicando la presencia de hidrógeno molecular. Las ondas de choque se mueven a través de estas emisiones de gas, creando el deslumbrante brillo visible en la imagen.

El nombre de la estrella, HH212, tiene un significado especial. La parte inicial, HH, proviene de las siglas de Herbig-Haro, en homenaje a los científicos George Herbig y Guillermo Haro, quienes realizaron investigaciones pioneras en el campo de los telescopios en las décadas de 1940 y 1950. La imagen fue capturada en una longitud de onda infrarroja de 2,12 micrones, lo que define la segunda parte del nombre de esta protoestrella.

Lo más impresionante del Telescopio Espacial James Webb es su capacidad excepcional. Es diez veces más nítido que cualquier otro instrumento existente hasta ahora, lo que permite a los científicos sumergirse profundamente en los procesos que impulsan la formación de estrellas. Además, este increíble telescopio puede reunir imágenes para crear una película que muestra cómo los elementos de las estructuras de los chorros cambian con el tiempo, incluso permitiendo medir la velocidad a la que se mueven.

La importancia de esta observación va más allá de lo espectacular de la imagen en sí. Esta revelación proporciona una visión sobre cómo nacen las estrellas, incluyendo nuestro propio Sol en sus primeras etapas. Los científicos creen que este descubrimiento no solo arrojará luz sobre los misterios de la formación estelar, sino que también ayudará a comprender mejor el universo en su conjunto.