El truco científico para que esta fruta dure más tiempo

Hay que admitirlo: pese a que las costumbres están cambiando, en España no se consume mucha fruta. Puede que sea por una cuestión psicológica, por estacionalidad o porque no se conservan adecuadamente, a pesar de los trucos para que duren más que podemos hacer en casa. Y precisamente ahora llega la época de una de las frutas más consumidas en nuestro país, con unos 500 millones de kilos anuales: la manzana. Para evitar que se ponga blanda, se oxide o se eche a perder, la ciencia tiene un truco muy sencillo.

La clave es la humedad. Hay una razón por la que los estantes de productos vegetales (frutas y verduras) de los supermercados a menudo se rocían con agua regularmente durante todo el día. La humedad adicional puede mantener las frutas y verduras frescas, reduciendo la cantidad de alimentos desperdiciados. El aire húmedo evita que los productos pierdan agua, lo que evita que se encojan.

Las manzanas son una de esas frutas que pueden beneficiarse de una alta humedad. El entorno de almacenamiento ideal para ellas implica una humedad relativa del 90 al 95%. La forma más sencilla es usar el cajón de las verduras en la nevera, una zona con más humedad. Pero hay que tener cuidado de no guardarlas con plátanos o con fresas. Las primeras producen un alto contenido en etileno, una suerte de “hormona de maduración” de las frutas. Las manzanas también lo producen, pero en menor medida. Y precisamente por ello hay que evitar juntarlas con fresas, ya que las echará a perder rápidamente.

Si no tienes un cajón de verduras, puedes usar una toalla de papel húmeda para envolverlas o una bolsa de plástico (con agujeros, para que escape el etileno pero se mantenga la humedad).

Si estás en una tienda de comestibles, es posible que compres manzanas que ya se han mantenido frescas durante mucho tiempo. El almacenamiento en atmósfera controlada (manteniendo la fruta a temperaturas y niveles de oxígeno y humedad estrictamente controlados) puede mantener el sabor fresco de las manzanas durante meses, incluso hasta un año después de la cosecha. Es por eso que puedes disfrutar de la fruta durante todo el año, aunque se cosechan principalmente entre julio y octubre.