Volcanes

El volcán Kolumbo explotó en Grecia hace 373 años. Ahora sabemos cómo.

Las emanaciones tóxicas y el tsunami de 20 metros que precedieron a la explosión devastaron Santorini y las islas cercanas.

El popular destino turístico de Santorini se encuentra en el cráter de un enorme volcán submarino
El popular destino turístico de Santorini se encuentra en el cráter de un enorme volcán submarinoMichelle RaponiPixabay

En 1650 el mar Egeo cambió. Sus apacibles aguas de color turquesa se enturbiaron y unas burbujas de un olor putrefacto comenzaron a emanar de sus profundidades. La vida marina desapareció, y a 7 kilómetros de Santorini el fondo marino emergió y comenzó a escupir rocas incandescentes. La vista desde las islas cercanas debía ser espectacular, agua y fuego luchaban por aniquilarse mutuamente. El agua parecía llevar la delantera, ya que un pequeño volcán no tenía nada que hacer contra el mar. En cierto momento, el fuego desapareció, hundido bajo las aguas, en lo que parecía el final de un espectáculo que había durado unos pocos meses.

Una vuelta explosiva

El 27 de septiembre de 1650 un estruendo ensordeció a la población de Santorini. El ruido provocado por la explosión del volcán Kolumbo pudo escucharse a más de 100 kilómetros del lugar. Millones de metros cúbicos de arena y roca salieron despedidos hacia el cielo y la columna de humo y vapor de agua resultante forzó la noche en las islas de alrededor. Aquel agujero se llenó rápidamente de agua, y provocó que el mar se retirase de las playas de muchas de las costas de las islas del mar Egeo. Tras este evento, la tierra iba ganando, aunque no por mucho tiempo.

Una vez Neptuno reclamó el enorme boquete que se había creado, el exceso de agua desplazada se dirigió hacia la costa en forma de olas que alcanzaron los 20 metros de altura. El desastre era mayúsculo, un tsunami arrasó con los edificios, estructuras y barcos que se encontraban amarrados en las islas. Por si la destrucción de las olas no fuese suficiente, la rápida evaporación del agua marina y las temperaturas extremas liberaron gases tóxicos, que provocaron la muerte de personas y ganado.

Cuando las cenizas y la piedra pómez se asentaron, el paisaje debió ser desolador. Las olas golpearon con especial dureza a las islas de Ios, Santorini y Sikinos, donde los testigos de la época informaron que el agua llegó a adentrarse cientos de metros hacia el interior. Sin embargo, la cifra de víctimas mortales que aparece en diversos medios es únicamente 70. Esta cifra resulta sorprendente al compararla con los tsunamis provocados por el terremoto de la costa del Pacífico en la región de Tōhoku de 2011 (15.859 fallecidos) o el Terremoto del océano Índico de 2004 (con una cifra oficial de 227.898 víctimas mortales). Pero hay que tener en cuenta que la población en estas islas era escasa, y la zona afectada era mucho menor que en los tsunamis recientes.

Reconstruyendo el volcán submarino

Aquella no era la primera vez que explotaba un volcán en la zona. En el año 1630 Antes de Nuestra Era, la caldera volcánica debajo de Santorini reventó. Las consecuencias fueron catastróficas para la civilización minoica. Esta explosión es una de las mayores que ha sufrido la humanidad y muchos historiadores la consideran un punto clave para numerosos sitios arqueológicos de Europa. Por ello, es necesario estudiar los procesos por los que estas calderas aumentan la presión hasta crear las condiciones propicias para el desastre.

Para ello emplean la sísmica 3D, una técnica geofísica que aprovecha el hecho de que las ondas sonoras se reflejan parcialmente en los límites de las capas. Esto permite crear perfiles transversales de estructuras geológicas bajo el lecho marino. A diferencia de la sísmica de reflexión 2D, en la sísmica de reflexión 3D marina un barco remolca varios cables de medición. El resultado es una imagen tridimensional, conocida como volumen sísmico, que permite observar el fondo marino y analizar la geología en detalle.

Empleando esta técnica en el volcán Kolumbo, pudieron reconstruir el cráter, ahora cubierto por sedimentos y arena, pero que llegó a tener 2,5 kilómetros de diámetro y 500 metros de profundidad. Con estos datos, los investigadores compararon los diversos mecanismos que podrían haber causado el tsunami con los relatos de los testigos históricos. Así concluyeron que la combinación de un corrimiento de tierras seguido de una explosión era la causa más probable para el origen de las devastadoras olas.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • La actividad tectónica de la zona es el resultado de la subducción de la placa africana bajo la eurasiática.
  • A juzgar por los relatos históricos, la duración de la erupción varía desde un mínimo de 83 días a un máximo de 281 días en función de la elección de la fecha de inicio de la erupción submarina (Se puede establecer su inicio en marzo o a mediados de septiembre de 1650).

Referencias (MLA):