James Bond: ¿quién me pasa un cartel para mi nueva película?

Bond no es un tipo acostumbrado a pedir ayuda. Así haya caído en las garras de los sicarios de Spectre o en la tela de araña de una «femme fatale»... Le pagan precisamente para resolver los problemas. Pero, a juzgar por el título de su futura aparición fílmica («No time to die», es decir, «Sin tiempo para morir»), debe andar tan sumamente ajetreado que ha decidido hacer el llamamiento del Tío Sam: «I Want You». 007 necesita su ayuda, ¡quién lo iba a imaginar!

En un vídeo colgado ayer, Daniel Craig, que afronta en este filme número 25 de la saga su último trabajo de agente especial con licencia para matar, apela a «los mejores artistas e ilustradores con personalidad propia para diseñar un cartel de 007. Queremos propuestas atrevidas y diferentes que capturen la esencia de James Bond». La iniciativa de EON Productions, MGM, Universal Pictures International and United Artists Releasing ya ha encontrado amplio eco entre fans y artistas que, de ser elegidos entre los cinco finalistas, recibirán 2.000 libras y verán su creación incluida en los canales sociales de promoción de la cinta.

Sin embargo, yendo a la letra pequeña, encontramos toda una batería de países, de muy distinta condición, cuyos residentes quedan fuera de la convocatoria: Argentina, Bolivia, Brasil, la provincia de Quebec, Canadá, China, Dinamarca, Ecuador, Italia, Grecia, Kenia, Rumanía, Arabia Saudí, Dubái, Venezuela, «o cualquiera de los países que están sometidos a embargo por los Estados Unidos (incluidos, entre otros, Corea del Norte, Crimea, Cuba, Irán, Siria y Sudán)». Sorprendente.

Y ahora, yendo al turrón: ¿cuál es la «esencia de Bond», esa que buscan desde las productoras? Hablamos de una historia de casi 60 años y una saga que ha ido cambiando con el tiempo. En materia de cartelería, hasta los 90, es casi imposible no encontrar mujeres (por lo general en poses sugerentes o con el mínimo de ropa) rodeando a ese macho alfa del servicio secreto que aparece, en línea con la cartelería «kitsh» de los 70 y 80, con su buen aparato de fuego, coches y pistolas, de fondo. Del «horror vacui» se pasa, especialmente en los tiempos de Pierce Brosnan, a ilustraciones que ceden mayor protagonismo a los primeros planos de 007. Las mujeres dejan de estar tan sumamente sexualizadas.

Y así hasta el reinado de Daniel Craig, de 2006 a la actualidad, en el que la cartelería abraza el minimalismo y un aire más propio de un «thriller» oscuro que de las coloridas cintas de espionaje de los tiempos de oro de Bond. «Casino Royale», «Quantum of Solace», «Skyfall» y «Spectre» van en esa línea de limpiar la composición y apelar a los matices atmosféricos. Entonces, ¿qué se espera de «No time to die»? Craig apela a «propuestas atrevidas y diferentes». Desde luego, iconos no faltan a la hora de jugar: la pistola, el esmoquin y la pajarita, el Aston Martin, la bandera británica, el célebre túnel introductorio, los gadgets, los villanos, las chicas Bond... Veamos con qué nos sorprenden.