Política

Eduardo Zaplana

Zaplana asegura que los seis millones incautados en Suiza no son suyos

En consecuencia, no se opone al ingreso de los mismos en la cuenta oficial de los Juzgados

El expresidente Zaplana, en una de sus rutinarios controles ante los Juzgados de Valencia
El expresidente Zaplana, en una de sus rutinarios controles ante los Juzgados de ValenciaKIKE TABERNER

El expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, ha afirmado en un escrito remitido al Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia, que los 6.734.026,10 euros transferidos por Fernando Belhot desde Suiza, no son de su propiedad y que por lo tanto, no se opone a la pretensión de la Fiscalía Anticorrupción de que estos se ingresen en la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos dependiente de los Juzgados. Asimismo, niega que Belhot fuera representante suyo.

Como ya informó LA RAZÓN, según la investigación judicial en curso, Fernando Belhot afirmaba ser el testaferro de Zaplana y el encargado de sacar al extranjero el dinero proveniente de comisiones ilegales cobrado por la adjudicación de contrataciones públicas de la Generalitat.

Belhot, por un acuerdo con la Fiscalía, habría confesado su papel de testaferro del expresidente, y habría puesto a disposición de la Justicia española, el dinero presuntamente de Zaplana.

Señala el escrito de la defensa de Zaplana, que Belhot «no es, ni ha sido nunca, administrador de bienes, fondos o dinero alguno de mi representado».

Argumenta la defensa que «tras cuatro años de investigación, en la que se han intervenido numerosas comunicaciones (entre otras las de Fernando Belhot), se han analizado todo tipo de efectos informáticos y se han registrado diversos domicilios y lugares relacionados con mi defendido, ocupando infinidad de documentación que en algunos casos se remontan a veinte años atrás, no se ha podido hallar en la presente causa ninguna evidencia, documento o indicio sólido del que se derive que los fondos poseídos por Fernando Belhot (en otro tiempo investigado en la misma causa) fueran propiedad de Eduardo Zaplana».

Además, señala el escrito que «a pesar de no haber podido acceder al contenido de las numerosas comisiones rogatorias, cuyo secreto se prolonga mes tras mes, es absolutamente imposible que a través de las mismas se haya obtenido dato o información alguna que permita sostener que mi representado fuera titular, representado, apoderado, autorizado o beneficiario último de cualesquiera activos o cuentas en el extranjero, ni que dichas cuentas contengan operación alguna de debe o haber que esté relacionada con movimientos financieros, consumos o disposiciones de Eduardo Zaplana».

Por último, pone la lupa el escrito sobre las dudas que el propio Belhot genera en toda esta investigación y afirma que «la única diligencia que apoyaría las afirmaciones del Ministerio Fiscal es la declaración prestada por Fernando Belhot por videoconferencia, sin contradicción y tras llegar a un acuerdo con el mismo fiscal, acuerdo en cuya virtud obtuvo la impunidad a cambio de prestar dicha declaración contra mi representado en calidad de testigo y ordenar la transferencia de los fondos mencionados».