Economía
La economía valenciana se desacelera en el nuevo año
La continuidad en la creación de empleo mantendrá la confianza del consumidor, pero se espera un menor dinamismo en la construcción de viviendas en general, que no se dará en el turismo
La economía valenciana desacelerará su crecimiento durante 2020 aunque de forma muy moderada tras el crecimiento estable registrado en este ejercicio, y podría crecer por debajo de la media española, según las perspectivas de Cámara Valencia.
La demanda interna seguirá siendo el motor del crecimiento tanto de consumo como de inversión y la continuidad en la creación de empleo mantendrá la confianza del consumidor, pero se espera un menor dinamismo en la construcción de viviendas en general, que no se dará en el terreno turístico, sobre todo en las provincias de Valencia y Castellón.
El comercio exterior estará condicionado por el brexit, las tensiones comerciales y el sector del automóvil, según el informe de Cámara Valencia, que señala que el crecimiento de la economía valenciana podría situarse entre el 1,5 y el 2 por ciento, ligeramente por debajo de la media española.
Respecto al ejercicio de 2019, ha crecido a un ritmo estable del 2,1 por ciento y el empleo ha crecido por encima de la media nacional, con un desempleo en descenso. El sector donde más empleo se ha creado ha sido la industria, seguido de servicios.
La industria ha registrado una recuperación tras el estancamiento del año anterior, sobre todo material y equipo eléctrico, maquinaria, productos minerales no metálicos, baldosas cerámicas, madera y otro material de transporte.
Si bien las exportaciones han tenido un crecimiento moderado (2,3 por ciento), ha sido superior a la media española (1,6 por ciento), y se ha debido especialmente a la crisis del automóvil y la bajada de los precios del petróleo.
Las importaciones también han subido, un 4,6 por ciento, con lo que el saldo comercial se ha reducido un 21 por ciento en 2019.
El transporte marítimo se ha incrementado un 5,1 por ciento en tráfico total de los puertos valencianos y un 6,4 en número de contenedores, mientras que el transporte internacional por carretera ha descendido un 24 por ciento hasta septiembre, dado que su principal destino son los mercados europeos.
La construcción inmobiliaria ha mantenido su dinamismo pero desigual ya que Castellón se ha quedado muy por detrás de Valencia y Alicante. La obra civil sigue paralizada y la licitación oficial nacional y autonómica ha retrocedido un 23 por ciento hasta octubre.
Los servicios han mantenido el ritmo de crecimiento pero no se ha visto reflejado con la misma intensidad en el empleo ya que solo ha crecido un 0,8 por ciento el número de ocupados en los nueve primeros meses del año. El turismo, con un crecimiento favorable, no ha sido homogéneo en toda la Comunitat, y la provincia de Alicante ha sufrido retroceso en turismo extranjero con una caída del 5 por ciento de las pernoctaciones hoteleras por los efectos del brexit en el turismo británico y la recuperación de otros destinos mediterráneos.
El comercio minorista se ha recuperado durante este año, tras el bache de 2018, y ha generado empleo, un 1,4 por ciento más hasta octubre.
Aterrizaje suave, pero no recesión
Ya lo dijo el informe de BBVA Research el pasado mes de noviembre en sus previsiones para el año que viene: la economía de la Comunitat Valenciana va hacia un aterrizaje suave pero no hacia una recesión. La entidad situó el crecimiento del PIB de la región para el año que viene en el 1,4 por ciento.
✕
Accede a tu cuenta para comentar