Sociedad
Hallan ADN en la ropa de la infanticida de Godella, que puede ser inimputable
La madre de los menores, que sufre esquizofrenia, permanece en prisión preventiva
La Guardia Civil ha encontrado muestras de sangre de los menores asesinados en marzo de 2019 en Godella en la ropa que llevaba su madre, una mujer de 27 años que permanece en prisión preventiva y que sufre esquizofrenia, por lo que, en consecuencia, podría ser inimputable.
Según consta en varios informes periciales aportados al Juzgado de Instrucción número 4 de Paterna (Valencia), que investiga lo sucedido, a los que ha tenido acceso Efe, la madre tuvo contacto con el cuerpo ensangrentado de uno de sus hijos, y también pudo ser la responsable del enterramiento de ambos cuerpos, al habérsele hallado también restos de tierra.
Los hechos que ahora se investigan se produjeron 14 de marzo de 2019, cuando fueron hallados muertos y enterrados en una vivienda del término municipal de Godella un niño de tres años y medio y una niña de apenas cinco meses, hijos de los procesados.
El hallazgo se produjo nueve horas después de que la madre, que fue hallada desnuda y oculta en un bidón, confesase su ubicación.
Los cuerpos fueron enterrados en dos fosas, una a unos 75 metros de la vivienda que ocupaba la familia de forma ilegal, y el otro a unos 150 metros, en el suelo.
En los días posteriores a este suceso, la madre fue objeto de varios análisis médicos para tratar de determinar si sufre alguna enfermedad mental, y finalmente al menos dos informes psiquiátricos, que ya obran en la causa, han determinado que sufre esquizofrenia paranoide, motivo por el cual está intensamente medicada.
En el informe remitido al juzgado por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil se constata el hallazgo de sangre del hijo mayor en el bordillo de la piscina de la vivienda en la que residían y también en la chaqueta que vestía la madre cuando ambos fueron asesinados, presumiblemente a golpes con un objeto contundente.
Los especialistas de la Guardia Civil no descartan que fuese en el borde de la piscina donde el niño recibió los golpes que acabaron con su vida.
Por el contrario, los agentes no han podido hallar restos de sangre de los menores en las prendas encontradas dentro de un barreño de agua en el interior de la vivienda, aunque en su informe detallan una “leve” reacción al ser tratadas con productos químicos a tal efecto.
El informe no menciona el hallazgo de sangre de los menores en las ropas del padre, que también se encuentra en prisión preventiva por este caso.
Trazas de ADN de otro hombre
En este informe, la Guardia Civil detalla el hallazgo de dos prendas de niño en las que se encontraron trazas de ADN de un hombre de 63 años ya fichado por un delito con fuerza cometido en Quart de Poblet.
Este hallazgo, sin embargo, se considera irrelevante, porque hay constancia de que este hombre, que se dedica a recoger ropa y trastos viejos para revenderlos, se encontraba cerca de la localidad de Godella días antes de los crímenes y pudo usar estas prendas para "adecentarse después de hacer sus necesidades".
Respecto al informe psiquiátrico forense practicado a la madre de los menores, los especialistas del Instituto de Medicina Legal concluyen que, en el momento del crimen, tenía “anulada la inteligencia y la voluntad, y por tanto tenía anuladas las bases psicobiológicas de su imputabilidad”.
Concretamente, se le diagnostica esquizofrenia paranoide, se recomienda tratamiento en un centro psiquiátrico cerrado, y se indica que “los hechos que se le atribuyen son consecuencia directa de su enfermedad psicótica, que se encontraba en fase de brote agudo”, unos hechos que “entran de pleno en la órbita de su ideación delirante”.
Relata además haber sufrido malos tratos en una infancia complicada, plagada de supuestas violaciones y abusos, y admite haber abusado del consumo de cannabis junto a su compañero y padre de los menores asesinados.
Sobre esta cuestión, los médicos del Instituto de Medicina Legal descartan que los síntomas psicóticos sean inducidos por el consumo de esta droga, pues en estos casos la sintomatología termina desaparaciendo en un máximo de seis semanas, aunque “no se le puede negar algún protagonismo en la precipitación de la aparición de una enfermedad psiquiátrica latente”.
Esta nueva Etiqueta Platino supone un paso más allá en términos de excelencia deportiva y organizativa que la Etiqueta Oro, que el Maratón Valencia logró en 2016 por primera vez para una carrera de maratón en España. La World Athletics tiene ahora en cuenta los nuevos y exigentes estándares relativos a la organización, la completa aplicación de la normativa IAAF, el respaldo institucional de las autoridades, el compromiso por mejorar la prueba y las acciones para la lucha global contra el dopaje, además de otros requisitos para mejorar el servicio y seguridad de todos los participantes.
Dorsal Platinum
Para celebrar esta distinción, y atender la demanda de algunos corredores, la prueba saca una nueva modalidad de inscripción limitada a 100 dorsales que, además de los servicios que tienen todos los corredores, incluye una cuota benéfica especial para Save The Children –entidad solidaria de 2020– y otros extras como acceso a la zona VIP, poncho post carrera, participación en el Breakfast Run, etc… y la opción de poder vivirlo con un acompañante.
Un año de celebraciones
Esta distinción llega en un año en el que la prueba valenciana celebrará su 40º aniversario el próximo 6 de diciembre. Para entonces, la organización espera la participación de 30.000 corredores que tomarán la salida junto a la Plaça de la Marató y para los que dedicará todos sus esfuerzos en los próximos meses.
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