Estado de alarma
La oposición ofrece apoyo político a Puig pero sin “mutualizar errores”
El PP y Ciudadanos le proponen que cambie a los socios de Gobierno si no están a la altura de la reconstrucción
Los tres grupos de la oposición parlamentaria al Consell, PP, Cs y Vox, han ofrecido su apoyo y su lealtad al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para afrontar las decisiones de todo tipo que permitan remontar la crisis sanitaria, social y económica de la pandemia del coronavirus.
Pero todos han coincidido también en que esa lealtad institucional y ese apoyo no puede suponer, en palabras de la síndica popular, Isabel Bonig, “una mutualización de los errores”. Por que en eso sí que han coincidido también, en que había habido errores, y muchos. Si bien han reconocido que la gestión había sido mejor que la del Gobierno central.
Puig les ha trasladado que su voluntad es llegar a acuerdos y ha emplazado a la oposición a iniciar una ronda de reuniones la próxima semana para comenzar a trazar un acuerdo común. “Esto no va de marketing”.
Tanto el PP como Ciudadanos han ofrecido sustentar a Puig en el gobierno de la Generalitat en el caso de que sus socios parlamentarios, Compromís y Podemos, “no estén a la altura” de las medidas que habrá que tomar, sobre todo económicas.
En orden de menor a mayor representación, los tres grupos de la oposición han replicado la intervención del presidente Puig ante la Diputación Permanente de Les Corts para dar cuenta de las medidas tomadas para combatir la pandemia del Covid-19.
La síndica del PP, Isabel Bonig, ha dicho que “viene una crisis económica y social sin precedentes”, y ha dicho que no podemos añadirle una crisis política. Pero ha advertido a Puig que “el apoyo y la lealtad no es sinónimo de sumisión ni mutualización de errores y responsabilidades”.
Ha reprochado que “el Gobierno de Sánchez y el suyo han ido por detrás. No vayamos por detrás en la recuperación económica”.
Le ha pedido al presidente que “el pacto y el acuerdo no sean instrumento de marketing político. Le vuelvo a ofrecer el apoyo para para un presupuesto de legislatura” y en este punto le ha señalado las pegas que pueden poner sus compañeros de gobierno: “sabe usted que cuando tenga que tomar medidas, muchos estarán tentados de separarse. No vamos a permitir el espectáculo del Gobierno de España” y ha recordado que hay cinco millones de valencianos que están esperando que los políticos se pongan de acuerdo para “salvarles la vida” y para evitar “la ruina económica”.
Le ha reprochado que en otras ocasiones, el PSPV no estuvo a la altura de las circunstancias: “he formado parte de un gobierno que tuvo que tomar medias duras, nada que ver con lo que viene, y no tuvimos el apoyo de la oposición, solo ataques despiadados”.
Con la mirada puesta en conselleries inútiles, algo en lo que han coincidido los tres portavoces de la oposición, Bonig ha dicho que “es imprescindible reducir la administración valenciana y quitarle grasa a la administración pública”.
Con contundencia, Bonig ha propuesto olvidar el pasado. “Yo lo olvido. Apoyo sincero”. Pero ha exigido “test masivos para la población. Necesitamos fondos a las residencias, gastos sociales" y ha denunciado que “se han dado instrucciones para determinar quién puede entrar en las uci. Hay pruebas y saldrán”. También ha pedido “medias urgentes para autónomos y pymes. Acuerdos con los bancos para que anticipen las cantidades del ERTE como ha hecho el gobierno de Galicia. Y que asuma la Generalitat cuotas de autónomos de marzo abril y mayo. Cubrir el seguro agrario y pesquero durante dos años. Plan de emergencia para el turismo de 700 millones.
Por último, Bonig ha desvelado que su hermana, médico internista en Castellón, se ha sometido a las pruebas del Covid 42 días después del comienzo de la pandemia y ha explicado que no lo ha dicho antes para que nadie pensara que quería aprovechar su condición política: “suerte Irene, todo va a salir bien”.
Por su parte, el síndico de Ciudadanos, Toni Cantó ha denunciado que “sufrimos una crisis democrática, porque amenaza con oscurecer la transparencia” y ha mostrado su deseo de que “ójala acepte el pacto para la reconstrucción”. Pero en este sentido, se ha preguntado si hay plan, “¿cuándo nos lo va a contar?”
Ha coincidido en el riesgo de formar gobierno con Podemos y Compromís: “no solo nos tiene que convencer a nosotros, sino también a sus socios, sobre todo en las medidas de carácter europeo, con los eurobonos” y le ha pedido que “cambie de socios o amplíe el número de socios. Pongamos a trabajar a los mejores y pongamos los mejor de nosotros. Los valencianos y los españoles han mostrado su grandeza, pero ahora hemos de demostrar la nuestra”.
Cantó ha incidido en el poco apoyo que han mostrado Compromís y Unides Podem a la actuación del presidente. “Han sido los discursos más peleones” y ha destacado que Podemos continúe atacando a la iniciativa privada.
Cantó ha propuesto que “se acaben subvenciones, muchas duplicidades, chiringuitos, ciertas obsesiones y Conselleries que no sirven”.
El síndico de Vox, José María Llanos ha ofrecido “lealtad y colaboración con quienes tiene las responsabilidades de proteger la vida. Tendrá toda nuestra lealtad siempre que actúe correctamente y con la única finalidad de adoptar todas las medidas necesarias para el bien de los ciudadanos”. Y añadido que “igual que se denuncia un contrato hay que denunciar la incompetencia. Cuando se hace bien, lealtad. Cuando se hace de forma distinta pero se hace bien, lealtad. Pero cuando no se hace, se hace tarde o mal por soberbia ignorancia o incompetencia, la lealtad sería complicidad”.
Llanos ha dicho que “yo creo que en su voluntad está hacerlo bien, pero no lo ha hecho, no lo consigue. Es cierto que la incompetencia del Gobierno central se lo ha puesto difícil” y le ha preguntado por qué se requisa el material que se estaba fabricando altruistamente por los particulares. “Tiene a todo el mundo confinados en sus casas pero revolucionado. A los que trabajan, a las farmacias, a los agricultores... No pueden más”.
El síndico de Vox ha hecho especial hincapié en “por qué se impide el culto cristiano en nuestra comunidad. No pueden machacar las libertades fundamentales, pueden exigir medidas, seguridad, pero no machacar las libertades fundamentales” y ha concluido que “sus disculpas de hoy le honran. Si su objetivo es proteger a las personas, Vox estará a su lado”.
Puig ha negado que se pretenda impedir culto alguno y menos el cristiano, “el mayoritario” y ha remarcado que À Punt retransmite la celebración de misas.
Por parte de Podemos, la síndica Naiara Davó ha sido quien menos propuestas ha realizado y ha basado su intervención principalmente en loar lo público y atacar a la iniciativa privada. Paradójicamente, Davó ha elogiado al Ejército en dos ocasiones, y también a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La síndica de Podemos ha sido la única que ha atacado a parlamentarios de la oposición y ha tildado a los diputados de Vox de “buitres verdes de la desesperanza” y les ha acusado de pedir un golpe de Estado.
Davó ha concluido que “esta crisis ha puesto de manifiesto el fracaso del mercado y de las privatizaciones. Solo la sanidad pública y las fuerzas de seguridad pública (policía y Ejército) han dado un paso adelante” y ha propuesto "las tres erre: relocalización para no depender del mercado exterior, recuperación de mercados y sectores estratégicos y reforzar el autogobierno.
El síndico de Compromís, Fran Ferri, ha dicho que “la democracia no está en cuarentena, pero una cosa es criticar y otra mentir. Con los datos de hoy deberíamos haber tomado más medidas y de mayor contundencia, pero con los datos de hoy”.
Ferri ha dicho que este Gobierno ha sido más rigurosos que el de otros territorios. El centralismo no es la solución" y se ha preguntado “qué haremos si Europa o el gobierno central nos vuelven a imponer el austericidio”.
Ferri también ha augurado que “esta crisis acabará con el modelo de turismo masivo insostenible. Seremos capaces de que todos los servicios públicos sean públicos y no necesitemos de otros para equipar a nuestro personal sanitario en una pandemia”.
Ha cerrado la réplica José Muñoz del PSPV que ha tratado de justificar los “errores” que ha reconocido el presidente Puig: “creo que se puede entender porqué se comenten los errores. El 26 de febrero tuvimos el conocimiento del primer fallecimiento. El 28 de febrero la OMS decreta la alerta y se decretó la alerta sanitaria. El 10 de marzo se suspendieron las fallas y la Magdalena, y el 11 de marzo se declaró la pandemia y el 14 de marzo el estado de alarma. Puede haber errores pero se toman siempre desde la buena fe".
Y ha concluido que “entre elegir vida y elegir empleo, no vamos a caer ahí, elegiremos vida y empleo y economía y reconstrucción. Y eso es proteger la patria si quiere usar ese nombre".
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