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Sanidad

La caída de la facturación hasta el 95 % hace peligrar el sector ortoprotésico

Nueve de cada diez negocios han solicitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo

José Bernardo Noblejas, presidente de la Asociación Empresarial de Ortesistas y Protesistas de la Comunidad Valenciana (AEOPCV).
José Bernardo Noblejas, presidente de la Asociación Empresarial de Ortesistas y Protesistas de la Comunidad Valenciana (AEOPCV).AEOPCV

La “brusca caída” del volumen de facturación de muchos establecimientos ortoprotésicos de la Comunitat Valenciana durante la pandemia del coronavirus, de hasta un 95 por ciento, hace peligrar la continuidad de estos negocios, el 90 por ciento de los cuales han solicitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Así lo asegura en un comunicado el presidente de la Asociación Empresarial de Ortesistas y Protesistas de la Comunidad Valenciana (AEOPCV), José Bernardo Noblejas, quien ha indicado que en las últimas semanas, las ortopedias valencianas han atendido a una media de 1,2 pacientes al día.

Noblejas lo ha achacado a la falta de prescripciones en la Seguridad Social, ya que “no hay citas presenciales en atención primaria, más allá de alguna urgencia”, y a que hay reticencias de algunos a salir a la calle “si no es muy urgente”, pero a confiado en que con la desecalada “esa tendencia cambie y acudan a las ortopedias cuando lo necesiten”.

Los sanitarios ortoprotésicos, que como sector sanitario de primera necesidad abrió sus puertas desde el inicio del estado de alarma, aseguran que hasta la fecha han tenido acceso suficiente a equipos de protección individual (EPIs) para garantizar una atención segura a sus pacientes pero les preocupa que los obstáculos para conseguir material en el mercado actual comprometan su actividad, “resentida ya por la recesión económica”.

De hecho, el 60% de las ortopedias valencianas asegura haber encontrado dificultades para conseguir material de protección en las últimas semanas, según un estudio de la AEOPCV.

Recuerdan que los sanitarios ortoprotésicos, que están muy expuestos al contagio porque tratan con mucha proximidad a sus pacientes, ya que deben tocarles y medirles, desde que comenzó el estado de alarma pusieron en marcha protocolos especiales y reforzaron las medidas de higiene y protección en sus centros para garantizar la correcta atención y evitar así el riesgo de contagio entre los usuarios.

Las ortopedias valencianas han tenido acceso a guantes, mascarillas y batas desechables, gracias a sus proveedores habituales y a material remanente pero no han sido ajenos a la subida de precios por a la fuerte demanda de estos productos.

Ahora, les preocupa que los problemas para conseguir material de protección hagan peligrar la continuidad de sus establecimientos.“Si una ortopedia no tiene protección para sus profesionales y para los pacientes que atienden está abocada al cierre, al menos hasta que puedan garantizar las medidas adecuadas” explica Noblejas, que añade que “no parece que muchas ortopedias en la comunidad puedan sostener un cese temporal de su actividad, si observamos los resultados que arroja el sector”.

En la Comunitat Valenciana hay 280 ortopedias autorizadas y el sector da trabajo a unas 2.000 personas, pero la brusca caída en el volumen en su facturación (hasta un 95 por ciento) hace peligrar la continuidad de muchos establecimientos ortoprotésicos.”El miedo a no poder afrontar los pagos y mantenerse al corriente con sus proveedores deriva en una crisis que difícilmente podrán soportar las pymes y autónomos que componen este sector".

Además, afirman que las acciones de alivio económicas emprendidas “no son suficientes para garantizar el futuro de las ortopedias” y lamentan que el Gobierno central no haya contemplado medidas concretas para la protección de un servicio sanitario esencial como es la ortopedia.“