Transporte

La EMT reconoce diez meses después del robo que pudo haber una brecha de seguridad

Grezzi y García Alemany encargaron en febrero un estudio externo por el robo en septiembre de 4 millones de euros

Giuseppe Grezzi y Josep Enric García Alemany, en la presentación de la campaña de la nueva EMT
Giuseppe Grezzi y Josep Enric García Alemany, en la presentación de la campaña de la nueva EMTlarazon

Cuando a finales de septiembre de 2019 se descubrió que la Empresa Municipal de Transporte (EMT) de Valencia había sido víctima de una estafa de 4 millones de euros (que podrían haber llegado a 11 si Caixabank no hubiera alertado de las irregularidades), tanto el presidente de su consejo de Administración, Giuseppe Grezzi, como su director gerente Josep Enric García Alemany, negaron fallos en la seguridad del ente y achacaron el pufo millonario a un error humano. La que fuera jefa de Administración, Celia Zafra, fue despedida de manera fulminante apenas días después.

Desde entonces, los principales responsables de la empresa de transporte público han negado por activa y por pasiva responsabilidades en el caso, ni siquiera han admitido que en la EMT hubiera fallado algo. Al menos de cara a la opinión pública, ya que, mientras negaban la mayor ante los medios de comunicación, Grezzi y García Alemany encargaban un informe para averiguar si hubo una brecha de seguridad en el sistema informático.

Así lo han denunciado los concejales del grupo popular municipal en el Ayuntamiento de Valencia Carlos Mundina y Marta Torrado: «Grezzi ha estado ocultando que la EMT encargó en el mes de febrero la contratación de una pericial para determinar si hubo una brecha de seguridad en el sistema informático que provocó el robo de los 4 millones en el mes de septiembre».

Los ediles populares señalan que «resulta asombrosa la irresponsabilidad de Grezzi y su equipo de altos directivos al tardar más de 10 meses en reconocer que pudo haber una brecha de seguridad y no informar sobre la contratación de un estudio externo para determinar qué fallos hubo en los protocolos de seguridad de la empresa pública, que cuenta con un presupuesto de más de 120 millones de euros, de los cuales más de 70 los aporta el Ayuntamiento».

Mundina y Torrado han atribuido a «la soberbia del alcalde Joan Ribó y de Grezzi, y al silencio cómplice de los concejales socialistas», que la EMT no haya reconocido hasta ahora que los fallos en los protocolos de seguridad fueron determinantes para que se produjera el robo».

Por otro lado, la pericial hecha por el banco y aportada a la causa judicial desvela, según recuerdan los populares, que el gerente y la directora de gestión pudieron ver en sus accesos a la cuenta los últimos 20 movimientos registrados, entre los que se encontraban algunas de las transferencias que se hicieron al banco chino.

Por todo ello, Mundina y Torrado han exigido, una vez más, al alcalde Ribó que dé explicaciones claras sobre lo sucedido y que aparte a Grezzi de la presidencia de la EMT.