Pandemia

“La mayoría de los jóvenes es responsable pero su percepción del riesgo es menor”

El psicólogo Martínez-Tur afirma que el alcohol y otras sustancias pueden provocar comportamientos irresponsables

La mayoría de los jóvenes son "bastante responsables" en asuntos como la pandemia de coronavirus, pero la juventud es una etapa de la vida en la que hay una "percepción del peligro menor", lo que, combinado con el consumo de determinadas sustancias, puede llevar a algunos grupos a realizar comportamientos irresponsables, según afirma el catedrático de Psicología de las Organizaciones de la Universitat de València y presidente de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada, Vicente Martínez-Tur.
La mayoría de los jóvenes son "bastante responsables" en asuntos como la pandemia de coronavirus, pero la juventud es una etapa de la vida en la que hay una "percepción del peligro menor", lo que, combinado con el consumo de determinadas sustancias, puede llevar a algunos grupos a realizar comportamientos irresponsables, según afirma el catedrático de Psicología de las Organizaciones de la Universitat de València y presidente de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada, Vicente Martínez-Tur.Ana EscobarAgencia EFE

La mayoría de los jóvenes son “bastante responsables”, pero la juventud es una etapa de la vida en la que hay una “percepción del peligro menor”, lo que, combinado con el consumo de determinadas sustancias, puede llevar a algunos grupos a realizar comportamientos irresponsables.

Así lo asegura el catedrático de Psicología de las Organizaciones de la Universitat de Valencia (UV) y presidente de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada, Vicente Martínez-Tur, quien en una entrevista señala que se debe huir de las “generalizaciones” y no ser “injustos” con la juventud, que en general muestra un “compromiso social”.

Adaptación a los cambios

Martínez-Tur considera que los seres humanos se caracterizan por su capacidad de adaptación a los cambios pero, cuando se trata de restringir libertades individuales, habituarse es más complicado en los países donde éstas son muy valoradas. “La capacidad de adaptación no va siempre en la misma dirección ni ritmo en todos los países”, afirma.

Recuerda que los últimos estudios globales de la ONU señalan que el 90 % de las personas se lava ahora las manos frecuentemente y el 70 por ciento intenta mantener la distancia social de dos metros.

“Los datos apuntan a que se cumple lo que las autoridades dicen, pero hay grupos donde es más difícil ese cumplimiento. Un adolescente no tiene la misma percepción del peligro que un adulto, y si lo combinas con el consumo de alcohol la disminución es mayor”, apunta.

Considera que también es “muy complicado” para las familias obviar la relación con los mayores. “Por una parte, evitas el posible contagio, pero, por otra, estimulas un aislamiento que puede generar problemas de frustración o de ansiedad”.

Psicología aplicada

Recientemente ha sido nombrado presidente de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada (División 1), una entidad que este año cumple su centenario y cuyo objetivo es aplicar esa psicología a los problemas reales de la sociedad, poniendo el acento en el desarrollo y la dignidad de las personas.

“A partir de la persona, buscamos entornos que promuevan su dignidad y bienestar”, explica para añadir que en los últimos 40 años los índices de desarrollo humano han mejorado mucho a nivel global, pero “varían mucho de unos países a otros” y la COVID-19 va a empeorarlos.

La asociación también aborda otros retos como el cambio climático, y en este sentido aboga por dar una respuesta transversal, entre diversas disciplinas, porque se trata de un tema “básico para la sostenibilidad”.

También considera necesario unificar criterios y valores entre los países para conseguir objetivos globales, pero considerando la realidad local, lo que califica con el término “glo-cal”, y afirma que para luchar contra la pandemia es importante “generar un sentimiento de esperanza”.

Brecha digital

Además, la entidad internacional persigue el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 y ,para ello, mantiene una estrecha relación con Naciones Unidas.

A juicio de Martínez-Tur, “inevitablemente la pandemia acapara la atención de los gobiernos” y se está “ralentizando” la consecución de esos objetivos, algo que está “entrelazado” al tema de la “desigualdad”.

En este sentido, afirma que un elemento que parece “clave” es el de la “brecha digital”, y aquellos hogares o sociedades en los que durante la pandemia el acceso a recursos digitales es mayor “van a sufrir mucho menos, internet puede amortiguar el impacto”.

Cambio climático

Según el catedrático de Psicología de las Organizaciones, con la expansión del coronavirus “se está reduciendo la ilusión que teníamos los humanos sobre el control de la naturaleza”, lo que incrementa la conciencia de que “este tipo de problemas nos puede llegar de una manera todavía más grave con una crisis climática”.

A su juicio, hay que “anticipar posibles crisis, incluso las que puedan ser más difíciles de solucionar” y considera que “no va a haber una vacuna para un cambio climático importante en las próximas décadas, para las próximas generaciones”.

Aunque se están “haciendo esfuerzos” y la gente joven “se está moviendo mucho y hay un movimiento social de cierta relevancia”, esto “no va a ser fácil, va a suponer un cambio cultural y de mentalidad importante”.

Según Martínez-Tur, en el mundo laboral nos encontramos en la actualidad en “pleno cambio o transición” y ante “retos muy importantes como la colaboración con las máquinas o la Inteligencia Artificial y cómo gestionar la sustitución de determinadas tareas que ya están haciendo las máquinas”.

“La tecnología está ahí, ha venido para quedarse, se va a desarrollar y habrá muchas capacidades que como humanos aplicamos y que luego lo harán las máquinas”, explica.

Por ello, afirma, hay que buscar fórmulas a través de las cuales se combine la tecnología y el bienestar, y en este sentido, la participación de la gente y el diseño considerando a las personas “va a ser fundamental”, porque un objetivo de la psicología aplicada es “poner a la persona en el centro y diseñar a partir de ahí”.

Advierte de que no hay que olvidar que la tecnología “nos ayuda a ser más productivos”, pero las personas “a priori somos libres de elegir el camino que combine mejor la tecnología con la dignidad del ser humano”.

Considera que uno de los aspectos positivos que la pandemia ha puesto encima de la mesa es la idea de que democratizar la tecnología “nos permite mantener cierta dignidad, nos permite mitigar el impacto de las desigualdades”.