Pandemia

Los médicos de Atención Primaria, ilusionados con el reto de la vacuna covid

Denuncian que siguen estando en precario y temen una tercera ola

Sanidad notifica 5.037 nuevos casos de coronavirus y 11.831 altas en la Comunitat Valenciana
Sanidad notifica 5.037 nuevos casos de coronavirus y 11.831 altas en la Comunitat ValencianaNatxo FrancésAgencia EFE

Los médicos de Atención Primaria están “ilusionados” y “emocionados” ante el “reto histórico” de vacunar a la población frente a la covid-19, y estarán “al pie del cañón” si se solucionan los problemas de logística y recursos en este primer escalón de la sanidad porque, afirma, “seguimos en precario”.

Así lo ha asegurado la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SoVaMFic), María Ángeles Medina, quien afirma que lo de “salvar la Navidad es una temeridad. Hay que salvar la salud, la vida, y las fiestas de 2020 deben ser muy prudentes”.

Vacuna Covid-19

Según Medina, los médicos de Atención Primaria quieren “formar parte de la solución y colaborar en la vacunación contra el coronavirus porque va a ser una de las claves frente a la pandemia”.

“Supone un reto histórico de los que se estudiará en los libros de historia”, afirma Medina, quien, no obstante, asegura que “a la vista está y los resultados son evidentes, de los frágiles que somos. La Atención Primaria no puede hacer más con menos”.

“La cuerda se ha tensado y ahora no estamos más preparados estructuralmente, ni de recursos humanos ni tecnológicamente que en lo que llevamos de pandemia”, asegura para añadir: “seguimos en precario”.

Medina señala que el escenario de la vacunación les “ilusiona, queremos formar parte de esto, es nuestra misión porque la vacunación se hace tradicionalmente en el ámbito extrahospitalario, pero no estamos con las plantillas ni los medios tecnológicos adecuados”.

En este sentido, indica que debe haber menos de 100 neveras que puedan soportar un almacenamiento de vacunas a 80 grados bajo cero.

“Somos capaces y hemos puesto 14 millones de vacunas en atención primaria, pero porque tenemos los recursos y la trayectoria histórica de poner la vacuna de la gripe. Tenemos neveras para las vacunas de la gripe, no para la de covid”, alerta.

Según Medina, “suponemos que estarán diseñando el plan de cómo hacerlo, porque es muy bonito venderlo, publicitarlo y divulgarlo como la panacea pero detrás, en la trastienda, se sigue escondiendo una Atención Primaria depauperada”.

“Si se da todo lo necesario para llevarlo a cabo, nosotros encantados, claro. Si la logística y los recursos se solucionan, por supuesto que Atención Primaria estará el pie del cañón, nos emociona este escenario”, asevera.

Presión asistencial

Respecto a la presión asistencial, señala que en este momento en los centros de salud “se nota que está bajando la presión de las agendas covid y estamos teniendo un poco más de tiempo para todo lo demás, que es igual o más importante”, aunque está aumentando en los hospitales.

“Estamos empezando a respirar a favor de lo no covid”, indica para añadir que todavía tienen pacientes y seguimientos covid en marcha pero el flujo de pacientes que entran al proceso covid -que empieza en Atención Primaria y acaba en una UCI-, ha disminuido.

Por eso, afirma, es importante frenar el contagio para que no sigan entrando pacientes al flujo, porque una vez que se entra, en algunos casos se complica.

Síndrome postcovid

Medina matiza que la presión que están sintiendo los médicos de Atención Primaria es por el denominado “síndrome postcovid” o “covid prolongado”, algo que, asegura, la población desconoce.

Según explica, prácticamente la totalidad de los que han sobrevivido a la covid de un ingreso o ingreso en uci tienen secuelas, pero también los que lo han pasado de manera poco sintomática.

Así, pacientes que han pasado la infección de manera muy leve en su casa están teniendo secuelas como dolor de cabeza intenso, dolor muscular, fatiga intensa o pérdida de memoria, lo que llama “síndrome postcovid”.

Ante esta situación, afirma que es necesario “acabar de concienciar de una vez por todas a la población y cogerle respeto a la infección, aunque sea leve o leve moderada, porque también puede dejar secuelas que son muy molestas y en la mayoría incluso incompatibles con seguir llevando una vida normalizada”.

Navidad

Según confiesa, los médicos de Atención Primaria temen una tercera ola y recuerda: “la primera vez se nos dijo que serían tres o cuatro casos, y fue la primera ola: hay que salvar el verano, y la segunda ola; y ahora hay que salvar la Navidad, tercera ola”.

“Cada vez que hemos aflojado hemos tenido una ola, cada cual peor que la anterior. Lo de salvar la Navidad es una temeridad, hay que salvar la salud, la vida, seguir en modo supervivencia y aguantar y retener la paciencia porque tradicionalmente nuestro carácter es muy social y el virus es también muy social”, indica.

En su opinión, las reuniones familiares “van a tener que modularse este año a los convivientes y a espacios abiertos, habría que trasladar la Nochevieja y la Nochebuena a comidas de día y al aire libre, y solo quitarse la mascarilla el tiempo imprescindible para llevarte el polvorón a la boca”.

Además, afirma, se debe “guardar a nuestros ancianos y ancianas como oro en paño porque tradicionalmente hay mucha movilidad en Navidad. Vamos a tener que aguantarnos las ganas para tener otras navidades, las del 2021, pero las del 2020 ser muy prudentes”.

A su juicio, “no se puede seguir apelando solo a la prudencia de la población, tienen que ser los políticos y las administraciones los que velen por la salud con restricciones”.

“Adoptar medidas como un cierre perimetral o de bares es muy impopular pero tienen la capacidad de hacer que la situación no sea de nuevo dramática, como la que hemos vivido en el boom de julio y agosto, que no nos esperábamos”.

Tercera ola

Según Medina, “vamos aprendiendo e imaginamos” una tercera ola. “La imaginamos porque llevamos suficientes meses de pandemia como para tener estudios científicos y bibliografía que dice qué consecuencias tienen determinadas acciones”, sostiene.

“Cada vida cuenta y no vale la pena poner en riesgo vidas. Al principio de la pandemia podíamos decir que no conocíamos lo que iba a pasar, pero ahora sí lo sabemos y mientras no haya esa inmunidad de rebaño, que entre las infecciones y las vacunaciones conseguiremos para poder llevar cierta vida normal a partir del segundo semestre del año que viene, debemos seguir siendo solidarios, pacientes y responsables”.