Opinión

Una gran decisión

El cardenal Cañizares ha demostrado una sensibilidad fabulosa al anunciar que la Diócesis de Valencia se desprenderá de patrimonio para aliviar las necesidades de los más pobres

El cardenal valenciano Antonio Cañizares, durante una celebración eucarística
El cardenal valenciano Antonio Cañizares, durante una celebración eucarísticalarazon

También hay alegrías, personas con sensibilidad, con corazón. Me refiero a la trascendente y emotiva decisión del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, al anunciar que la Diócesis de Valencia se desprenderá de «bienes patrimoniales muy preciados» para aliviar las necesidades de los más pobres.

Al conocer la noticia el pasado miércoles, víspera de Nochebuena, me embargó ese espíritu navideño que debería reinar siempre. ¡Cómo no! Me trajo a la memoria aquella plática del ucraniano Kyril Lakota cuando, tras ser elegido Papa con el nombre de Cirilo I, se dirigió a la multitud congregada en la plaza de San Pedro, se desprendió de la tiara papal y anunció al mundo la enajenación de todos los bienes materiales de la Iglesia católica para destinarlos a paliar la hambruna del pueblo chino.

Me refiero, evidentemente, a aquella obra maestra de Morris West, «Las sandalias del pescador», escrita hace más de 30 años, que resultó profética porque unos 15 años después fue elegido Karol Wojtyla, Juan Pablo II, aunque ni era de Ucrania ni se desprendió de los bienes de la Iglesia.

No sé si Cañizares, la persona más maliciosamente tergiversada, ha abierto una espita en la organización eclesial, pero en cualquier caso me parece una determinación valiente, generosa, solidaria y profundamente evangélica.

El cardenal valenciano ha demostrado una sensibilidad fabulosa y, quizá como uno de sus últimos gestos pastorales, ha dado ejemplo a seguir. Y no sólo a quienes configuran como él la Iglesia romana, del Papa al último, sino también a los gobernantes del mundo que vuelven la espalda al sufrimiento y maltrato injustos de millones de personas.

Como la publicación de estas líneas se ha retrasado, deseo a todos haber pasado una feliz Navidad y ojalá 2021 nos colme de ventura y bondad. Así es la vida.