Sociedad

La Sindicatura advierte sobre el déficit (34%) y la deuda de 50.000 millones

El PP denuncia que el informe demuestra que la gestión de Puig es caótica y negligente

El presidente Puig recibe el informe de la Sindicatura
El presidente Puig recibe el informe de la Sindicaturala razonLa Razón

El Gobierno del Botànic no ha debido sentirse muy dichoso al conocer el informe de la Sindicatura de Cuentas correspondiente a 2019, sin que pueda poner la excusa de la pandemia ya que no había llegado en aquel periodo. Según el informe presentado ayer, el organismo autonómico ha advertido del repunte del déficit hasta el 34,7 por ciento, del incremento de la deuda financiera hasta los 49.784,3 millones de euros, mostrando un grave desequilibrio, con un patrimonio neto negativo de 34.813 millones de euros y un déficit disparado, «una situación que será difícil equilibrar con el actual sistema de financiación autonómica.

Asimismo denuncia que los gastos contraídos sin cobertura presupuestaria, por un total de 945,2 millones de euros (cuenta 4131), «vulneran las disposiciones legales, si bien existe la posibilidad de convalidar las obligaciones de ejercicios anteriores mediante autorización expresa del Consell».

En general, las cuentas de la Generalitat cumplen los principios contables y la normativa aplicable, con algunas salvedades, y no han visto situaciones de responsabilidad contable.

Por su parte, el portavoz de Economía del PP en Les Corts, Rubén Ibáñez, subrayó que “el informe demuestra que la gestión de Puig es caótica y negligente. «Mientras aumenta la infrafinanciación y la deuda se dispara, aumentan los contratos sin procedimiento, superando los 1.400 millones de euros, los fraccionamientos de contratos y la baja existencia de licitadores en los concursos».

En este sentido, alertó de que en un año solo se ha procedido a hacer una liquidación de las concesiones sanitarias, existiendo todavía 37 pendientes. «Vuelve a cometer los mismos errores que en ejercicios anteriores».

Así, señaló que se han tramitado expedientes de enriquecimiento injusto por 1.443 millones de euros y denunció el fraccionamiento de contratos. «Nos preocupa la situación de caos el saltarse la legalidad como norma habitual de funcionamiento. Las cuentas de 2019 demuestran la nefasta gestión económica del Gobierno de Puig, con más deuda y un déficit desbocado, que la Generalitat tiene que incluir en sus presupuestos iniciales de transferencias a recibir del Estado, derivadas del sistema de financiación autonómica, únicamente las previsiones de ingresos que de manera razonable se espera obtener».