Pandemia

Puig prohibe las reuniones con no convivientes y confina los fines de semana a los municipios de más de 50.000 habitantes

Las nuevas restricciones entran en vigor mañana

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha firmado esta mañana el decreto por el que se prohiben las reuniones con personas no convivientes y se limitan a dos personas que pueden ser de dos núcleos de convivencia distintos los encuentros en el espacio público.

En el espacio público –bien sean espacios cerrados o al aire libre–, los encuentros familiares o sociales quedan limitados a un máximo de 2 personas, salvo que se trate de convivientes.

En ambos casos se aplican las siguientes excepciones: reuniones laborales o institucionales, actividades en el ámbito educativo y los cuidados a personas vulnerables (mayores, menores).

El decreto, que entrará en vigor mañana mismo, aprueba además la prórroga del confinamiento perimetral autonómico y ordena el confinamiento perimetral municipal de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y festivos. (València, Alacant, Elx, Castelló, Torrevieja, Torrent, Orihuela, Gandia, Paterna, Benidorm, Sagunt, Alcoi, Sant Vicent del Raspeig, Elda-Petrer y Vila-real).

El confinamiento perimetral municipal se aplicará desde las 15:00 horas del viernes a las 6:00 del lunes siguiente.

Estas medidas se suman a las adoptadas el pasado jueves de cierre total de la hostelería y del comercio a las 18 horas, así como al toque de queda a las diez de la noche, que han propiciado «el semiconfinamiento», en una semana que ha sido la peor de la pandemia, señaló el presidente.

El objetivo ahora, ha explicado el presidente, es que se produzcan «las menores relaciones sociales posibles» ya que son «el gran foco de los contagios» con el 69 por ciento de los brotes registrados entre el 13 y el 20 de enero.

De ese porcentaje, el 98,7 por ciento, prácticamente la totalidad, provienen de reuniones con familiares y amigos, al ser el ámbito donde «más nos relajamos y dejamos de usar la mascarilla».

El president ha manifestado que los domicilios «no pueden convertirse» en el «sustitutivo» de bares y restaurantes, y agregó que no es posible vigilar en el interior de las casas ni tampoco los comportamientos incívicos, pero ello no significa que no estén prohibidos.

«La Comunitat Valenciana no va a pasar de la noche a la mañana a convertirse en un estado policial, sería imposible y no deseable», ha advertido Puig, quien ha indicado que el decreto que recoge las nuevas restricciones es «un aviso de lo que ahora no se puede hacer y un llamamiento a la corresponsabilidad».

Ha insistido en que «no saldremos de la pandemia si no somos responsables cada uno de nosotros» pues «de nada vale que una mayoría cumpla estrictamente y una minoría vaya a lo suyo, con egoísmo».

«Sé que estamos agotados pero es un esfuerzo más para contribuir a salvar vidas, muchas vidas, y ayudará a los profesionales sanitarios, que se están dejando la piel y a veces su propia salud», ha señalado Puig para referirse a la «situación crítica» que estresa el sistema hospitalario valenciano, ante lo que el Gobierno valenciano tiene que dar «una respuesta contundente».

El presidente de la Generalitat se ha referido también a la evolución de la campaña de vacunación y a la necesidad de priorizar en la inmunización a personas en mayor situación de vulnerabilidad.

Puig ha anunciado las nuevas limitaciones tras reunirse con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, la subsecretaria, Mònica Almiñana, y la secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema de Sanitario Público, Isaura Navarro. A la reunión en la que se acordaron estas limitaciones también asistieron María Amparo García Layunta, directora general de Asistencia Sanitaria; Ramón Limón, subdirector general de Evaluación de la Gestión Asistencia;, y Rosa Pérez Mencía, entre otros.