Opinión

A ver quién miente más

Pablo Iglesias ha frenado la norma sobre la supresión de los aforamientos políticos y ordena a la Guardia Civil proteger su vivienda

El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki Zaragüeta
El delegado de La Razón en la Comunitat Valenciana, Iñaki ZaragüetalarazonLa Razón

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias protagonizan una carrera a ver quién miente más. Es la impresión que dan. La última bola, enorme como otras, corresponde al vicepresidente del Gobierno.

Se ha sabido, como publicó ayer LA RAZÓN, que es él quien ha frenado la norma sobre la supresión de los aforamientos de los políticos, cuando es él mismo quien se comprometió con reiteración a ello, el mismo que no sólo alardeó de que no cobraría más de tres veces el salario mínimo, sino que anatematizó a todos los que superaban esa cantidad, el mismo que se vanaglorió de vivir en un barrio «saludar a la carnicera» y, en cuanto pudo, se largó a una casa en Galapagar.

Sí, sí, el mismo que se «emocionaba viendo a unos manifestantes enfrentándose con violencia y a pecho descubierto a la Policía, protegida con armas y casco» y ahora ordena a la Guardia Civil proteger su vivienda e impedir que alguien pueda gritar ante ella.

En fin, Pablo Iglesias no está dispuesto a someterse a la Justicia como cualquier ciudadano por más que lo prometiese incluyéndolo en el programa electoral antes de conseguir la poltrona, como le recordaba ayer el editorial de nuestro periódico «a medida en la que ha ido asumiendo cuotas de poder, su desgana ha sido absoluta, incluso extremadamente contraria a erradicar el supuesto beneficio».

El problema es que la mendacidad de Sánchez-Iglesias crea escuela. Si el presidente Pedro Sánchez se escudó para acceder a la Moncloa en «jamás pactaré con Podemos, Bildu, ERC…» los ministros y quienes de ellos dependen, encabezados por Salvador Illa y Fernando Simón, demuestran cada día ser alumnos aventajados de esa asignatura con sus falsas proclamas respecto a la trágica pandemia. Así es la vida.