Sociedad

El fin de las mascarillas en el exterior: “Nos vamos a hacer un poco asiáticos y un poco alemanes”

El psicólogo Roger Muñoz cree que este elemento de protección se mantendrá durante mucho tiempo en algunos espacios

Abarrotadas las playas de Valencia
En breve dejaremos de ver estas estampas de personas con mascarilla en espacios abiertosJuan Carlos CárdenasAgencia EFE

A partir del próximo sábado 26 de junio podremos estar en el exterior sin mascarilla -siempre y cuando exista distancia de seguridad-. La medida anunciada la pasada semana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha provocado reacciones que van desde el “menudas ganas tengo de quitármela” hasta el “yo no me la pienso quitar”.

Sin embargo, el psicólogo valenciano Roger Muñoz asegura que “no va a pasar nada, nos vamos a encontrar muy cómodos sin la mascarilla. Algunos tendrán miedo, pero hay que recordar que se elimina la obligatoriedad de llevarla, no se impone quitársela, es decir, que aquellos que prefieran seguir usándola pueden hacerlo”.

En este sentido, Muñoz considera que “nos vamos a hacer un poco asiáticos”. “Países como China o Japón, utilizaban ya mascarillas antes de esta pandemia para estar en determinados lugares porque ellos han tenido experiencias anteriores con otros virus. Creo que aquí pasará lo mismo, y la seguiremos utilizando en sitios cerrados o con mucha gente”.

En cualquier caso, el psicólogo cree que es muy importante la medida en tanto en cuanto “lanza un mensaje de progreso dentro de la pandemia, de que avanzamos hacia cierta normalidad, y eso es muy positivo”. Igual que cuando se impuso su uso en exteriores se lanzaba el mensaje de peligro, ahora es necesario ir dando pasos hacia la mejoría, dice.

Muñoz, doctor en psicología y miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunitat Valenciana, asegura que cuando se obligó a usar la mascarilla en todos los espacios, abiertos o cerrados, se produjo un efecto denominado “conformidad social”, según el cual, es mucho más sencillo aceptar que la mascarilla es obligatoria para todos en cualquier sitio, que realizar excepciones.

Pero ahora ya no es necesaria esa medida, asegura.

En cuanto a si volveremos a los ya tan lejanos besos y abrazos como forma de saludo -la forma más habitual de saludarse, al menos en los países latinos- Muñoz considera que “nos vamos a hacer un poco alemanes” en este sentido, y aún tardaremos un poco en recuperar nuestras viejas costumbres.

“Estamos viendo la luz al final del túnel, y es muy importante que se vayan adoptando medidas de progreso”. Además, recuerda que hay estudios que apuntan a que los vacunados no solamente están protegidos ante la enfermedad, sino que también son menores transmisores de la misma, por lo que ya no hay razón para seguir llevando la mascarilla por la calle.