El PP pide que los cazadores controlen la sobrepoblación de algunas especies

El PP ha presentado una proposición no de ley en Les Corts Valencianes en las que insta a la Administración a firmar los convenios necesarios con los clubes de cazadores para que puedan actuar de manera legal y eficiente en la gestión de especies cinegéticas para el control de estas y acabar con la superpoblación, incluyendo las compensaciones económicas debidas para cubrir los gastos de dicha gestión.

Explican desde el PP que «vemos a jabalíes campar a sus anchas por zonas urbanas sin ningún tipo de control y a conejos acabar con centenares de hectáreas de cultivo sin remedio alguno. Son más de doscientos municipios los que tienen catalogado al conejo como plaga».

Y recuerdan que no solo jabalíes o conejos engrosan la lista de especies cinegéticas con sobrepoblación en nuestro territorio. También corzos, por ejemplo y, hasta hace bien poco, las cabras montesas.

Precisamente la superpoblación las está llevando a un escenario totalmente opuesto, a su desaparición a causa de la sarna, como ya ha informado LA RAZÓN.

Como también ocurre con el jabalí, se trata de fauna sin depredadores locales que se están reproduciendo en un hábitat cada vez mayor, dado el incremento de masa forestal, a su vez ligado al creciente abandono rural.

Representantes del sector agrícola de la Comunidad Valenciana llevan tiempo reclamando medidas al Consell para atajar el asunto de la sobrepoblación ante esta coyuntura con la que la caza deja de ser lúdica para el sector cinegético y se ha convertido en casi una obligación de labores de control.

Y ello, debido a que las consecuencias más relevantes que supone la superpoblación de especies cinegética son la destrucción de cosechas, los accidentes de tráfico o la transmisión de enfermedades, pero lamentablemente no son las únicas.

El PP no es la primera vez que hace esta propuesta que incluye además la donación de productos de la caza a comedores sociales después de haber pasado las correspondientes inspecciones sanitarias, así como los medios económicos necesarios para la gestión estos productos, si de la misma se decidiera que se hicieran cargo los clubes de cazadores en lugar de la propia administración pública.