Sucesos

Espectacular rescate de una mujer en Cheste (Valencia) que estaba siendo arrastrada por el agua

“No podía ni hablar de miedo”, cuentan los policías que la salvaron

Tres agentes de la Policía Local de Cheste (Valencia) salvaron la vida a una mujer de 40 años que se encontraba agarrada a una cañas a punto de ser arrastrada por el agua en el cauce del Camino del Anzul de la citada localidad, donde en apenas media hora se acumularon 50 litros por metro cuadrado.

Estos registros provocaron en la tarde de ayer que una gran cantidad de agua bajara por el cauce del río, habitualmente seco, y sorprendiera a la mujer, que “no podía ni hablar del miedo” y que posteriormente, fue trasladada a un centro de salud para ser atendida.

Según han relatado hoy a EFE fuentes policiales, la patrulla -un hombre y una mujer- llegaron al lugar y se percataron de que había una mujer agarrada a unas cañas y estaba pidiendo auxilio -el tercer agente se unió después al operativo- y, con la ayuda de varios vecinos y utilizando una goma y una cuerda, lograron rescatarla.

Uno de las agentes que participó en el rescate es Javier Colás, que ha explicado a EFE que cuando vieron a la mujer tuvieron que “dar la vuelta con el coche” porque “no” podían “cruzar de la fuerza que tenía el agua”.

“Hicimos lo que pudimos. Llamamos a un vecino que había por la zona, pedimos una manguera, una cuerda o lo que tuviera. Al final nos pudieron proporcionar una soga, que le pudimos atar alrededor del cuerpo y sacarla entre todos. Solo nosotros tres policías no habríamos podido”, ha reconocido.

La mujer, ha comentado, “estaba temblando, no podía ni hablar de los nervios y el miedo” aunque entre sus compañeros y él la tranquilizaron y le dijeron que “se agarrase fuerte a las cañas”.

“Una vez ya atada, por lo menos, ya podíamos sujetarla y estaba medio salvada”, ha indicado y ha admitido que ni siquiera recuerda que les aplaudieran tras el rescate: “Estaba en lo que estaba, atendiendo a la mujer para llevarla al ambulatorio”.

Su compañero Fran, otro de los que actuaron para salvar a la mujer, ha indicado a EFE que vio a sus compañeros con unos vecinos tirando de la mujer cuando pasaba por una vía paralela y como conoce la zona, decidió entrar en el campo y unirse al operativo de rescate.

“Ya la tenían amarrada pero no la podíamos sacar. Unos vecinos trajeron una cuerda y pudimos enlazarla y con su ayuda estiramos todos y la sacamos”, ha relatado, a la par que ha señalado que “por momentos” notaban que el agua les subía “e incluso podía correr peligro” sus vidas porque su fuerza les “podía empujar”.

Las cañas, ha contado, “fue el primer parapeto que tuvo la mujer” y de no haber estado, “posiblemente se la hubiera llevado para abajo”, ha añadido.

El agente ha contado que a la mujer se le averió el coche al otro lado del cauce pero que como la grúa no encontraba la ubicación por ser una zona de huerta, decidió quedar con ellos en el caso urbano.

“Cruzó el badén inundable caminando normalmente porque es un paso habitual de viandantes y vehículos pero al caer la tromba tan fuerte de agua se la llevó sin tiempo a reaccionar”, ha concluido.