Cultura
Conexus presenta el primer libro que aglutina todo el arte de la Comunitat Valenciana en el Museo del Prado
El presidente de la Fundación destaca a la Comunitat por su “sensibilidad artística”
La Fundación Conexus Madrid-Comunitat Valenciana ha presentado en el Museo del Prado el primer libro que aglutina todo el arte de la Comunidad Valenciana conservado en dicho Museo. Una guía didáctica que recoge la historia de más de 60 artistas y la referencia de alrededor 800 obras catalogadas en el Museo. Además de artistas nacidos en la Comunidad Valenciana, también incluye una selección representativa de artistas que sin ser de la Comunidad desarrollaron una parte importante de su trayectoria allí, ejerciendo una relevante y extraordinaria influencia en la vida y arte valenciano.
Para dar continuidad y recorrido al arduo trabajo realizado, Conexus ha encargado a varias guías museísticas la preparación de visitas específicas sobre el arte valenciano en el Prado que podrán realizarse de forma privada.
La presentación ha contado con el Director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir, el Director de Honor del Prado, Felipe Garín, y el Presidente de la Fundación Conexus, Manuel Broseta.
El presidente de Conexus ha explicado que su pretensión es que “este trabajo siga poniendo en valor la tradición pictórica valenciana pues ninguna otra comunidad ha tenido, desde el siglo XV hasta Sorolla, tanta presencia en el Museo del Prado como la nuestra”.
Conexus quiere recordar con la edición de esta obra, según Broseta, que la cultura valenciana es una de las más ricas de nuestro país y la particularidad de nuestras señas de identidad. “Queremos mostrar de qué forma el arte valenciano ha enriquecido al arte español y europeo; un símil de cómo nuestra Comunidad siempre ha aportado y continúa haciéndolo al crecimiento y fortalecimiento de España”.
La Comunidad Valenciana siempre ha destacado “por su sensibilidad artística, bien podría ser como resultado del carácter abierto, emprendedor, inclusivo y curioso del valenciano, como por la heterogeneidad que impregna que seamos mediterráneos; hay que tener en cuenta las distintas culturas e influencias que por él han llegado, y toda nuestra gran riqueza histórica y patrimonial” ha explicado el Presidente de Conexus.
Broseta también ha recordado que “el buen hacer valenciano también se hace patente cuando tres ilustres valencianos han sido directores del Museo del Prado: Antonio Gisbert, Felipe Garín, ya Director Honorífico, y el actual Director, Miguel Falomir”.
Elevada calidad de la escuela valenciana
Según el Director del Prado, Miguel Falomir, “es bien sabido que El Prado posee la mejor colección de pintura española; lo que se conoce menos es que sus fondos valencianos son igualmente extraordinarios y sólo ceden ante los del Museo de Bellas Artes de Valencia y no siempre, pues artistas como Ribera, Maella o Vicente López están mejor representados en el Prado”
Para Falomir “ninguna otra “escuela” española, posee semejante protagonismo en nuestra gran pinacoteca. Lo que otorga importancia a esa presencia valenciana en el Prado es su cuantía y su continuidad. Son muchos los cuadros de artistas valencianos o activos en la actual Comunidad Valenciana que cuelgan en las paredes del Museo del Prado, pero con ser eso importante, aún lo es más que la pintura valenciana sea la única que comparezca puntualmente, centuria tras centuria, desde el siglo XV hasta inicios del XX”.
Ello se explica, según Falomir, por la elevadísima calidad media de la pintura valenciana durante quinientos años, algo excepcional en el panorama español, pues otras regiones han destacado en momentos concretos (Cataluña en los siglos XIV, XV y XIX, Andalucía en el XVII y XIX), pero han conocido también períodos de evidente mediocridad.
Para el Director del Museo, “el caso valenciano, que desde 1400 a 1900 ha sido capaz de ofrecer una sucesión de pintores muy notables, por citar algunos, Rodrigo de Osona, Pablo de San Leocadio, Yáñez y Llanos, Maçip y Joanes, Ribalta y Ribera, Hiepes, Esteban March, Camarón, Maella, Vicente López, Gisbert, Benedito, Pinazo, concluyendo con Sorolla”.
Falomir concluye: “esta continuidad no debe atribuirse a cuestiones genéticas, ni siquiera a climatológicas a las que aludían los teóricos decimonónicos, sino a la consciente y temprana asunción de su especificidad e historicidad. Ninguna otra escuela española es tan autorreferencial y desde tan temprano”. “Podíamos decir que los artistas valencianos tenían conciencia y sentido de escuela. Existía la sensación de que cuando uno pinta en Valencia pertenecía a una historia”
Por su parte Felipe Garín, ha puesto de manifiesto que este trabajo “supone una selección de los ricos fondos del Prado que representan la prolija continuidad de la pintura valenciana desde el siglo XV hasta nuestros días. Ha sido un verdadero disfrute y orgullo formar parte de este trabajo”.
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