Medio Ambiente

Las condiciones meteorológicas en la Comunitat Valenciana, claves en la influencia de la nube volcánica de La Palma

Los expertos están atentos a la presencia de variaciones en los niveles de concentración de la contaminación

Imagen de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma
Imagen de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La PalmaEmilio MorenattiAP

La situación meteorológica actual en la Comunitat Valenciana minimiza el riesgo de un impacto directo significativo de las emisiones del volcán de la Cumbre Vieja en la isla de la Palma sobre los niveles de contaminación ambiental de la región.

Fuentes del Centre d’Estudis Ambientals del Mediterrani (CEAM), que vigila los niveles de calidad del aire de la Comunitat, aseguran a EFE que la distancia de esta región al volcán -alrededor de 2.000 kilómetros- es clave para dificultar ese impacto, más teniendo en cuenta que las emisiones se diluyen en la atmósfera.

El CEAM señala que la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación cuenta con 45 analizadores que monitorizan la calidad del aire en tiempo real, y hasta este momento no se ha detectado impacto directo por las emisiones de la erupción.

La pluma (emisiones) del volcán viaja en los niveles altos de la atmósfera y se transporta según el movimiento del viento, y es esperable que, en caso de que llegaran contaminantes, no alcanzarían niveles preocupantes, y en caso positivo, llegarían diluidos.

Aunque las emisiones llegaran a la península, una situación de circulación del noreste en niveles bajos mantendría la concentración en superficie en mínimos.

Sobre la posibilidad de lluvia ácida por las emisiones de CO2, el CEAM considera que estaría restringido a un entorno más próximo al volcán.

Una cuestión distinta es la de los niveles de ozono -un contaminante que se forma en la atmósfera-, pues trazas de algunos compuestos podrían estimular su formación pero el CEAM tampoco considera que alcanzara niveles preocupantes para la salud.

Los expertos están atentos a la presencia de variaciones en los niveles de concentración de la contaminación y vigilan también el impacto sobre la contaminación secundaria, como es el caso del ozono.