Sostenibilidad

La moda sostenible despega en la industria textil valenciana

Las empresas emergentes se comprometen con la producción local y el comercio justo

La moda valenciana sostenible se alza en el mercado textil valenciano priorizando el comercio justo y la producción local. Álex Durà
La moda valenciana sostenible se alza en el mercado textil valenciano priorizando el comercio justo y la producción local. Álex DuràLa Razón

La urgencia por salvar el planeta ante el cambio climático se presenta como una necesidad en el sector de la moda; y el mercado valenciano no piensa quedarse atrás. Ya son muchas las marcas que apuestan por colecciones con un impacto ambiental menos dañino, como Mango y H&M, pero también esto ha llegado a la moda de lujo, como en Furla o Gucci.

Sin embargo, ni todos los productos de estas marcas se ciñen a estos estándares, ni la sostenibilidad se garantiza en todos los procesos de fabricación de la ropa. Por ello, estos últimos años están emergiendo marcas valencianas comprometidas con el medioambiente, que además de respaldar la sostenibilidad, apoyan la producción local y el comercio justo.

Amanda López es la dueña de Dyo Ministyling, una tienda de moda infantil sostenible que utiliza tejidos ecológicos para los más pequeños desde hace ya cinco años. Son de calidad, 100 por cien algodón. No llevan tóxicos porque son para pieles sensibles, atópicas... “Y además, la ropa es duradera, puede pasar de generación en generación. La utilizan mis cuatro hijos”.

La confección de todas las prendas de esta marca se produce en València, en el taller de la tienda, porque según explica su fundadora a LA RAZÓN, muchas fabricas derivan a talleres clandestinos ilegales, donde las trabajadoras y los trabajadores, generalmente, se encuentran en situaciones precarias. “Si todo se confecciona en el mismo taller se garantiza el comercio justo, ya que controlas siempre el producto, aunque disminuya el beneficio”.

“Me he criado en el ambiente textil valenciano, donde se intentan abaratar costes comprando tejidos de menor calidad que provienen de China y se ahorran céntimos si escoges un peor hilo. Pero finalmente apliqué mis valores: la calidad y el mercado local”.

A su vez, Ángela Gómez y Alfonso Saura, de 23 y 24 años respectivamente, lanzaron Clotsy hace menos de dos años, una marca de ropa sostenible y vegana que usa algodón y poliéster reciclado en sus tejidos y no aplica tintes, pieles o plumas de origen animal.

“Para nosotros, la sostenibilidad es una forma de vida. Trabajamos bajo estándares y con materiales reciclados, pero necesitamos que todo el proceso sea ético: las condiciones de los trabajadores en el taller, el origen del material, si existe explotación en los campos de algodón...”, cuenta Ángela. “Cuidamos el planeta y a las personas”.

“Nos hemos acostumbrado a pagar por la ropa un precio que no es justo. Pagamos por la cantidad y no por la calidad”. El taller de Clotsy está en Murcia, donde se produce el corte, la confección y el patronaje, y se fabrica en toda la península, desde Valladolid a Burgos. “Escogemos un ratio pequeño para poder ir en persona a ver los talleres”.

“Inicialmente nuestro objetivo era crear una marca, pero ahora es otro. Hemos visto que hay que educar al consumidor en la sostenibilidad, por ejemplo, para evitar la compra compulsiva de ropa. Nuestro papel es muy importante para buscar el cambio. Hay que vestirse acorde a tus valores”, concluye.