Tribunales

Zaplana pide que declare Villarejo en la causa Erial para explicar la “operación política” para “destruir” al exministro

El excomisario explicó en el Congreso que “un sirio” colaborador del CNI, participó en la operación

El comisario jubilado José Manuel Villarejo
El comisario jubilado José Manuel VillarejoEduardo ParraEuropa Press

La defensa del exministro y ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, ha pedido que se tome declaración en calidad de testigo al polémico excomisario Villarejo después de que éste declarara en el Congreso de los Diputados el pasado día 20, que hubo una operación política “para destruir a Eduardo Zaplana” y que en ella intervino un “sirio colaborador del CNI”. Dicho sirio podría coincidir con la identidad de la persona que, según la rocambolesca versión de los investigadores de la causa Erial, halló unos papeles en su vivienda que pertenecieron al inquilino anterior, Eduardo Zaplana, y en los que, según la Fiscalía, se marcaba la “hoja de ruta” para el cobro de comisiones por la adjudicación de los concursos de los parques eólicos y las ITV.

El pasado día 20 de octubre de 2021 José Manuel Villarejo Pérez compareció ante la Comisión de Investigación relativa a la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP y de anular pruebas inculpatorias para este partido en casos de corrupción, durante los mandatos de Gobierno del Partido Popular.

A preguntas del diputado Luis Santamaría Ruiz acerca de si había participado en alguna operación contra el Partido Popular, Villarejo, tras referirse a otras operaciones, responde: “…creo recordar que había un interés, no sé por qué, en destruir al Sr. Zaplana y se utilizó a un informador sirio, un confidente del CNI, no recuerdo ahora su nombre, para ver las fórmulas, en fin, de ver cómo, en fin…”.

Considera la defensa de Zaplana que Imad Ahmad Al Naddaf Yalouk nació en Siria el 4 de enero de 1962, por lo que podría ser perfectamente el confidente o informador sirio al que se refiere Don José Manuel Villarejo. De hecho, según informaciones publicadas en 2019, fue precisamente “la extravagante intervención de un confidente sirio”, la que “dio con la clave de bóveda del entramado corrupto”. Además se ha publicado que dicha persona “no es alguien ajeno al universo de la investigación contraterrorista en España” y que presumía de tener vínculos con el CNI.

Añade la defensa en su escrito que “todo sugiere que la operación política señalada por Don José Manuel Villarejo Pérez podría estar relacionada con el hallazgo de la supuesta ‘hoja de ruta’, lo que no vendría sino a confirmar las sospechas y dudas que esta parte ha venido manifestando desde la primera lectura del sumario. Dudas que, sin embargo, ni el Juzgado ni el representante del Ministerio Fiscal han tenido el más mínimo interés en esclarecer, rechazando todas las iniciativas de esta defensa tendentes a averiguar las verdaderas circunstancias en que inició la investigación del Sr. Zaplana y que sirvieron para ingresarle en prisión y mantenerle privado de libertar durante un prolongado período de tiempo”.

Recuerda la defensa del ex ministro que “desde que se levantó el secreto del sumario y esta defensa pudo acceder (parcialmente) al contenido de las actuaciones, ha venido cuestionando las irregularidades que contaminaban el inicio de la presente causa, tanto desde el punto de vista de la inaplicación de las garantías procesales aplicables a los denominados ‘hallazgos casuales’, como atendida la imposibilidad material de que dichos documentos pudieran haber sido abandonados en dicha vivienda por el Sr. Zaplana”, ya que según afirma, “nadie quiso en noviembre de 2016 percatarse de que alguno de esos documentos estaba datado o refería hechos muy posteriores a que el Sr. Zaplana vendiera la vivienda que luego ocupó Imad Ahmad Al Naddaf Yalouk. Tal es el caso de un artículo imprimido que lleva fecha de 3 de noviembre de 2009 o el documento que contiene una referencia al depósito del balance de una compañía en Registro de la Propiedad, depósito que hemos acreditado que no se produjo hasta 2008. Esto es, nadie quiso darse cuenta de que era materialmente imposible que esos documentos hubieran pertenecido a Eduardo Zaplana”