Tribunales

Las defensas concluyen que el IVAM se benefició por la compra de la obra de Rueda

Cifran el saldo positivo y 3,3 millones de euros y aunque admiten ciertas irregularidades, no las consideran para buna causa penal

La exdirectora del Ivam Consuelo Ciscar (1d) y su abogado Juan Molpoceres (2d) durante un juicio por un presunto fraude millonario con la adquisición de reproducciones de obras del escultor fallecido Gerardo Rueda en la Audiencia de Valencia.
La exdirectora del Ivam Consuelo Ciscar (1d) y su abogado Juan Molpoceres (2d) durante un juicio por un presunto fraude millonario con la adquisición de reproducciones de obras del escultor fallecido Gerardo Rueda en la Audiencia de Valencia.Rober SolsonaEuropa Press

Las defensas de la exdirectora del IVAM Consuelo Císcar, del ex director financiero Juan Carlos Lledó y del hijo adoptivo de Gerardo Rueda, José Luis Rueda, han defendido este martes en la última sesión del juicio que el IVAM se benefició con la compra de las obras del escultor madrileño Gerardo Rueda cuya originalidad se ha sometido a análisis en este proceso.

El letrado de Consuelo Císcar, Javier Molpeceres, ha subrayado que la operación de venta de obras artísticas no solo siguió el trámite legal, sino que fue incluso beneficiosa para el IVAM, que obtuvo, con la compra y la donación posterior, “un saldo positivo de 3,3 millones de euros”.

Respecto a la ausencia de informes motivados sobre los expedientes de adquisición, este letrado ha admitido que “es verdad que nadie se atribuye la autoría”, pero ha reiterado su existencia, su realización por el departamento de conservación del IVAM y la “ausencia” de indicaciones por parte de la entonces directora del museo.

Las obras que ejecutó el hijo de Gerardo Rueda son legalmente obras de Gerardo Rueda, si algo es legal, no puede ser delito. Pero imaginemos que esas obras fuesen reproducciones, es lícito que un museo las adquiera, es relativamente habitual, y el hecho de que no se identifiquen como reproducciones no encaja en ninguno de los delitos que se atribuyen a los acusados. Además, en cualquier caso, esa obligación no corresponde a Císcar”.

Más allá de alguna irregularidad en el procedimiento, no había fundamento para un procedimiento penal de este calibre. El fiscal dice que Císcar y Rueda urdieron un plan… pero no hubiese sido posible engañar al consejo rector, y no es lógico que tras la compra esas obras cuestionadas se expusiesen en 22 ocasiones”, ha añadido.

El abogado de Lledó, Francisco de Antonio, se ha sumado a lo expuesto por Molpeceres y ha lamentado que “las acusaciones dicen que no discuten la naturaleza de las obras de arte, pero cuestionan su precio y dicen que no valen un duro”.

“Si el sucesor de Císcar al frente del IVAM dijo -como testigo- que no estaba capacitado para determinar el valor de las obras ¿cómo se le pide al director financiero que lo haga? Sale caro ser abogado en el IVAM, quizá es mejor ser conservador”, ha ironizado este letrado.

El abogado de José Luis Rueda, Santiago Milans del Bosch, también se ha remitido en buena parte de su intervención a lo expuesto por el letrado de Císcar y ha lamentado que “en estas catorce sesiones, a lo largo de estas últimas cuatro semanas”, a la fiscal “no le ha importado saber la verdad y ha puesto en duda todo lo practicado”.

Ha insistido, además, en que “el precio de las obras que compró el IVAM es similar al que marcaron las compañías aseguradoras, y similar también al de otras operaciones de compraventa”, y ha mencionado un una reciente peritación de las obras de Rueda que posee el IVAM (compradas y donadas) que las valora en 1,6 millones de euros (esta cantidad fue la esgrimida ayer por la Fiscalía para rebajar la responsabilidad civil de los procesados).

Por el contrario, la Abogacía de la Generalitat ha mantenido la misma petición de condenas para los acusados que formuló ayer la Fiscalía (seis años para Consuelo Císcar, cinco y medio para Juan Carlos Lledó y cinco para José Luis Rueda) y ha insistido en que su personación no se hubiese producido “si no se hubiese ocultado que lo que se iba a adquirir eran materializaciones de obras en gran formato, que inicialmente eran pequeñas esculturas”.

En su opinión, las obras que compró el IVAM “son cosas totalmente distintas de las creaciones de Rueda” y ha insistido en que se “ocultó” por parte de los procesados este hecho con un “expediente escueto, sin criterios artísticos y con un contrato ambiguo para generar confusión”.

Este letrado ha afirmado que el hijo de Rueda hizo una adición de herencia 11 años después de la muerte del artista, en la que daba constancia de 600 obras, la mayoría sin materializar, y algunas de ellas de hasta 10 metros. “Esto lo hizo para la pretendida puesta en marcha de un museo sobre Gerardo Rueda en Madrid, y como no funcionó, nos lo trajeron aquí”, ha recalcado.

La acusación popular que ejerce la Acción Cívica contra la Corrupción ha rebajado su petición de penas hasta igualarla con las de la Fiscalía y la Abogacía, y ha subrayado que “no se ha visto nada similar en España en la adquisición de obras de arte”, en el sentido de obviar los preceptivos informes artísticos que valorasen la operación de compra.