El Gallinero

Oltra toma su propia medicina

La vicepresidenta y Marzà olvidan las camisetas de Compromís denigrantes contra Camps y Rita

Mónica Oltra sufre ahora en sus carnes las consecuencias del axioma «quien a hierro mata, a hierro muere» proveniente del pasaje evangélico que San Mateo narra cuando Jesús apercibe a Pedro “vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada”. Es la reflexión que invadió ayer cuando contemplé las imágenes de los diputados de Ciudadanos luciendo camisetas con el lema «Oltra, vete ya» aprovechando la jornada mundial contra la violencia de género y la responsabilidad que la sentencia judicial imputaba a la Conselleria que gestiona la vicepresidenta por haber mirado a otro lado cuando conoció el caso de abuso sexual a una menor tutelada por parte de su exmarido en un centro de menores.

Su compañero de partido, Compromís, el conseller Vicent Marzà, la defendió «dejen ya de ejercer la violencia con acusaciones a una mujer que se ha dejado la piel para mejorar la vida de los demás» insultando a la racionalidad. O olvidaba las cruzada de Oltra contra Francisco Camps, con su camiseta «se busca» o la de su correligionario Giuseppe Grezzi azotando a Rita Barberá demostrando su hipocresía respecto a la violencia de género, acciones que incitaron a comercializar de camisetas con anagramas insultantes, incluso crueles.

Lo que debía hacer Oltra es marcharse por coherencia personal y por la responsabilidad que la sentencia judicial ha imputado a su Conselleria. Por su parte, Marzà, por más obligado que esté a defender lo indefendible, quizá debería promover una remodelación del Consell y facilitar así las cosas al presidente Ximo Puig. Así es la vida.