Vox existe, el PP debe saberlo

Una de las conclusiones, esta como axioma, que el Partido Popular debería sacar de las elecciones del domingo en Castilla-León es que «Vox existe». Parece difícil comprender que sus dirigentes, especialmente los nacionales, incluyan en sus declaraciones a la formación de Santiago Abascal en el epígrafe «otros partidos». Pierden el tiempo al negarle el pan y la sal. Vox existe y con más fuerza que «Teruel» «Soria» o «León». Y desde luego que Ciudadanos y Podemos como demuestran en cada convocatoria todos los votantes.

El PP se equivoca al identificar a Vox con Bildu, Esquerra Republicana y demás partidos independentistas o comunistas. El primero ni defiende ni homenajea a los asesinos ni pretende trocear España. Desde sus errores, los populares no hacen más que regalar votos a sus sacas. Lo que es peor, todo indica que siguen insistiendo hasta que las hagan rebosar.

La insistencia del PP en calificar la aparición y aumento de Vox como «accidente» recuerda al «día de la marmota». ¿Negarán su presencia, elección tras elección, hasta que, como le sucedió a Saulo al caer del caballo, el acuerdo sea imprescindible para su propia existencia? ¿hasta que en las elecciones generales, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenga a bien convocarlas, estén obligados a tratarle de igual a igual si es que el PP aporta lo que debe?. Solo falta saber si Alfonso Fernández Mañueco, vencedor en los comicios del 13-F, le hace un penúltimo y excelente regalo a Vox negándole el pacto.

Entiendo que la dinámica de ese partido disguste a Pablo Casado y sus colaboradores, pero han de entender -creo que fue en «Scandal» donde lo oí- que «la rabia es como el picante. Una pizca te despeja. Pero en exceso te adormece». Así es la vida.