Tribunales

Los crímenes de Marta Calvo y dos mujeres más se juzgarán a partir del 13 de junio

El acusado será procesado por la muertes de estas tres mujeres y por otros nueve intentos de homicidio sobre mujeres con métodos idénticos

Jorge Ignacio Palma, asesino confeso de Marta Calvo
Jorge Ignacio Palma, asesino confeso de Marta CalvolarazonLa Razón

Un jurado popular juzgará entre el 13 de junio y el 15 de julio en la Audiencia Provincial de Valencia a Jorge Ignacio Palma, el autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo y supuesto asesino de otras dos jóvenes, según han informado fuentes del caso.

Este joven colombiano, que permanece en prisión provisional desde finales de 2019, cuando confesó haber descuartizado el cuerpo de la joven valenciana Marta Calvo, está acusado de haber acabado también con la vida de Arliene Ramos y Lady Marcela en el transcurso de unas prácticas sexuales con cocaína y probablemente otras sustancias.

La primera jornada, el 13 de junio, se reserva íntegramente para la composición del jurado, que estará formado como es habitual por nueve personas, aunque se elige a tres suplentes, de modo que las declaraciones no empezarán hasta el día siguiente, según las previsiones iniciales.

El acusado será procesado por la muertes de estas tres mujeres y por otros nueve intentos de homicidio sobre mujeres con métodos idénticos, además de narcotráfico.

Según han detallado las mismas fuentes, el juicio se ha previsto de tal forma que se vea cada uno de los casos de forma detallada, con las declaraciones centradas en cada caso; así, el tribunal se puede hacer una idea de los hechos sobre cada una de las víctimas.

Según concluyó el juez instructor, el acusado “introducía droga de forma no consentida en los órganos genitales de las mujeres, provocándoles un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, limitando su capacidad defensiva y volitiva, siendo consciente de las consecuencias letales de dicha práctica”, añade.

Detalla asimismo todos los encuentros con mujeres que siguieron este patrón de los que se han tenido constancia en la fase de investigación, un total de once entre el verano de 2018 y noviembre de 2019, tres de los cuales se saldaron con el fallecimiento de las jóvenes con las que se había citado.

“El investigado reiteró esas prácticas sexuales, conociendo perfectamente sus consecuencias letales y asumiendo el posible fatal resultado que derivó en el fallecimiento de tres de sus víctimas, verificando dichas prácticas durante un período inferior a un año y sobre, al menos, once mujeres con las que contactó para mantener servicios sexuales, condicionados y sobre la base de ese consumo que él mismo facilitaba y con introducción inconsentida de cocaína en sus órganos genitales”, añade el instructor.

En el mismo auto en el que se procesó al acusado se ordenó abrir una pieza de responsabilidad civil por importe de 350.000 euros, “de forma provisional y cautelar acorde a las peticiones de contenido indemnizatorio solicitado por las distintas acusaciones”, y se ordenó el mantenimiento de la prisión provisional acordada para el procesado.

La Fiscalía, en sus conclusiones, pidió el pasado mes de diciembre penas que suman 130 años de prisión para el acusado, como responsable de tres delitos de homicidio, once de abusos sexuales y un delito contra la salud pública.

Las acusaciones particulares han elevado en sus escritos la consideración de lo sucedido a tres delitos de asesinato y han reclamado para el procesado prisión permanente revisable.

Por el contrario, la abogada que defiende a Jorge Ignacio Palma expone que su defendido es “consumidor de sustancias estupefacientes y tóxicas”, por lo que considera que concurre en su representado la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal de toxicomanía y pide su libre absolución.

Los restos mortales de Marta Calvo aún no se han hallado, pese a las múltiples búsquedas que ha llevado a cabo la Guardia Civil por las zonas del interior de Valencia en las que supuestamente los arrojó el sospechoso tras descuartizar el cadáver, según la confesión que hizo al entregarse.