Fallas 2022
Una Ofrenda a la Virgen con la mirada en el cielo
La lluvia y el viento marcan el primer día de la entrega de ramos a la Geperudeta, pero no restan emoción al acto
Lluvia, viento, plásticos encima de los vestidos de fallera... Pocas cosas hay en el mundo menos controlables que el tiempo, y este año los falleros y las falleras de Valencia se han tenido que adaptar a un climatología más que adversa. La primera jornada de la Ofrenda de ramos a la Virgen de los Desamparados, la patrona de los valencianos y valencianas, ha estado marcada por el mal tiempo, pero la climatología no ha restado ni un ápice de emoción al esperado momento de la entrada a la plaza de la Virgen, más bien al contrario.
Tras dos años sin Fallas, y una dura época de pandemia, las lágrimas son aún más difíciles de controlar. El mal tiempo ha hecho que se tengan que tomar algunas precauciones. A parte de los improvisados chubasqueros de plástico con los que las falleras han cubierto sus elegantes indumentarias, los vestidores de la Virgen -las personas que colocan los ramos de flores en la tarima de madera- han tenido que colocarse arneses para evitar accidentes.
Tampoco decae la expectación entre el público. Frente a las imágenes de las pasadas Fallas en septiembre, en las que, todavía con restricciones por la pandemia, no se podía acudir a disfrutar del emotivo acto, esta tarde cientos de personas valencianas y foráneas han llenado la plaza de la Virgen y alrededores para poder contemplar la escena.
La Ofrenda se cerrará entrada la noche, con la llegada a la plaza de la Virgen de la Fallera mayor infantil de Valencia, Nerea López Maestre, y su Corte de Honor.
Lamentablemente, las previsiones meteorológicas no auguran que el tiempo mejora para lo que queda de Fallas. De hecho, Valencia está viviendo la semana fallera más lluviosa desde hace 84 años.
Según Aemet, entre anoche y esta mañana se han recogido 32,8 litros por metro cuadrado en la capital valenciana, donde no se ha visto el sol en lo que va de semana fallera, y la previsión es que el cielo siga muy nuboso o cubierto el resto de semana, por lo que es probable que sean las Fallas «menos soleadas» de las últimas décadas.
Por tercer año consecutivo, la semana de marzo que coincide con la fiesta de las Fallas de València está resultando muy lluviosa, ya que los dos años anteriores -cuando se suspendieron por la pandemia de coronavirus- también lo fueron.
Cancelaciones hoteleras
El mal tiempo causado por la borrasca Celia provoca ya cancelaciones en los hoteles de València que rondan entre el 10 y el 15 por ciento desde el pasado lunes, según han informado desde la Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunitat valenciana (Hosbec).
La patronal anunció la semana pasada que las previsiones de ocupación para la semana y fin de semana de Fallas, en los establecimientos hoteleros de la capital valenciana, eran de un 70 y 90 por ciento, respectivamente.
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