Fallas 2022
El mal tiempo da una tregua a las Fallas
Aunque el día amaneció lluvioso, el clima fue mejorando y permitió la celebración de la mascletà y de la Ofrenda
Tras una primera jornada de Ofrenda como no se recordaba desde hacía años, con falleras con chubasqueros y los Vestidores de la Virgen con arneses, ese viernes el clima ha dado una pequeña tregua a las Fallas de Valencia para que pudieran celebrar con la alegría y entusiasmo que corresponde tanto la tradicional mascletà en la Plaza del Ayuntamiento de la ciudad a las dos de la tarde, como la segunda jornada de entrega de ramos a la patrona.
Una Virgen de los Desamparados que ha arropado a los miles de devotos que ofrendaron sus ramos de flores y que, gracias a un trabajo minucioso y delicado, dibuja en su manto un ave fénix como símbolo del renacer tras los momentos más difíciles que ha vivido la sociedad desde el inicio de la pandemia del coronavirus, según explica el coordinador de los Vestidores, Josep García Bosch.
Una ofrenda que inició su recorrido con el cielo despejado, facilitando el caminar de los falleros y falleras de Valencia, y que ha dejado en las últimas horas de la tarde una leve lluvia que no ha mermado la devoción y el fervor por entregar los ramos de flores a la «Geperudeta».
La que ha sido la segunda y última jornada de la Ofrenda llega a su fin cuando la Fallera Mayor de 2022, Carmen Martín, deposite su ramo de claveles a los pies del catafalco de 15 metros de alto que, en plena plaza de la Virgen, entre la Catedral y la Basílica, corona la imagen de su patrona cuyo manto ha sido dibujado por las flores de 93.000 falleros.
A su término, y como cada año, el cielo valenciano se llenará de color y estruendo gracias a la Nit del Foc y este sábado, la ciudad vivirá, si la meteorología lo permite, la decimonovena mascletà oficial de las Fallas pero no la última de esta semana, pues el domingo se disparará una de las tres que el mal tiempo ha obligado a suspender estos días atrás (las de los días 7, 14 y 17), concretamente la primera de ellas, de la pirotecnia Nadal-Martí.
Ya por la tarde del sábado, la Cabalgata del Fuego recorrerá con sus demonios y sus alegorías infernales toda la calle Colón desde las 18 horas para, a partir de las ocho, comenzar la Cremà de las fallas infantiles y desde las diez, las grandes que inundan la ciudad.
Será a las 23 horas cuando comenzará a arder la falla municipal de la plaza del Ayuntamiento, dedicada este año al calentamiento global y la protección medioambiental, como colofón artístico y festivo a unas fiestas marcadas por la borrasca Celia y las primeras con cierta normalidad tras la pandemia.
Las Fallas de Valencia viven su penúltimo día grande con alivio ante la tregua meteorológica a unas fiestas ya históricas por ser las más lluviosas en 84 años, con esperanza en poder celebrar los últimos actos masivos y con agobio en un balcón, el consistorial, más lleno que nunca de políticos y altos cargos.
La ciudad está de fiesta pero aún con la resaca de lluvia y viento que ha dañado algunas fallas, suspendido actos y condicionado la celebración de la Ofrenda a la Virgen, que obligó este pasado jueves a miles de falleras y falleros a desfilar hacia su patrona con chubasqueros, paraguas y otras soluciones plásticas improvisadas para salvaguardar la riqueza de sus vestimentas tradicionales.
Será este sábado cuando las fiestas josefinas lleguen a su fin tras 19 días llenos de pólvora, color y fuego. Unas fiestas que han tardado en llegar, pero que han marcado el inicio de la primavera y llenado de esperanza y fortaleza a la sociedad valenciana para renacer, como el ave fénix, de sus cenizas.
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