Sesión de control
Ximo Puig aguanta la presión de la oposición y mantiene que no bajará los impuestos
La Generalitat valenciana analiza el decreto del Gobierno para determinar las acciones complementarias
La solución no es bajar los impuestos, de lo contrario no se puede mantener el Estado del Bienestar. Esta es la máxima que ha defendido el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y que ha mantenido pese a la presión al que le ha sometido la oposición durante la sesión de control celebrada este miércoles. La crisis económica ha desplazado a la pandemia. Hoy todo ha sido subida de la luz, del IPC... y cada uno ha planteado sus recetas.
La portavoz del PP, María José Catalá, ha sido especialmente insistente en esta cuestión. Hasta en tres ocasiones han preguntado al jefe del Consell si iba a bajar los impuestos, tal y como, han dicho, se comprometieron los presidentes autonómicos tras la conferencia celebrada en La Palma. “Ya lo han hecho 12 de las 17 comunidades autónomas, ¿usted a qué espera?”.
El presidente ha defendido que los valencianos no pueden vivir en un “infierno social” y ha asegurado que las medidas para ayudar a los sectores más afectados por la situación actual está en fase de estudio porque se está analizando el decreto aprobado por el Gobierno.
Además, ha insistido en que la responsabilidad de esta situación es ajena a la actuación de la Generalitat que, en cualquier caso, trabaja para lograr un cambio de paradigma y, como ejemplo, puso la instalación de la gigafactoríaen Sagunto. “Vienen a la Comunitat Valenciana porque aquí hay futuro”. Además, una vez más ha remarcado que el objetivo del Consell es lograr la “soberanía energética”, para lo que es necesario impulsar las energías renovables.
Catalá le ha reprochado a Puig que sea “el federalista más teórico y menos práctico que conozco” y le ha pedido que ejerza sus competencias y baje los impuestos con los 3.000 millones de euros que recauda la Generalitat por el impuesto de los hidrocarburos y electricidad. “Su lentitud e inacción es exasperante”.
Ha explicado que “en el mes de marzo se han registrado veinte ERTE que afectan a 3.490 trabajadores del sector cerámico,Ford ha anunciado un nuevo ERTE en Almussafes por la falta de componentes, 737.000 personas están en riesgo de problema severa y cada vez son más las familias con dificultad para pagar la luz, el agua y alimentos básicos. En los últimos doce meses el precio luz se ha disparado un 96%, el arroz un 20% y poner gasolina es un lujo. Nuestro IPC disparado al 9,8%, la tasa más alta de los últimos 37 años”.
Puig ha defendido que el Gobierno valenciano tiene el objetivo de aumentar la renta de inclusión social y las ayudas a la pesca, la agricultura, la ganadería, el transporte y los sectores esenciales e ir vinculando a medidas de ahorro energético, e impulsar también la eficiencia energética en edificios públicos. “Las soluciones no son fáciles”.
Por su parte, la síndica de Ciudadanos (Cs) en Les Corts valencianas, Ruth Merino, ha exigido bajar impuestos, reducir las trabas a las energías renovables y aprobar un plan de ayudas directas para los sectores productivos más afectados por la actual crisis. Durante la sesión de control, Merino ha instado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a “no desentenderse” y a actuar con “responsabilidad” sin esperar a que “le solucionen la papeleta desde Madrid”.
(Seguirá ampliación)
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