Salud
El pudor frena las consultas de hemorroides que afectan casi al ciento por ciento de la población
Los tratamientos han avanzado muchísimo y ya no hace falta pasar por quirófano
El pudor y la vergüenza son dos de los motivos que dificultan conocer qué porcentaje exacto de españoles sufre las molestas hemorroides, una de las enfermedades más frecuentes y que según los expertos afecta a prácticamente al cien por cien de la población en algún momento de la vida.
“La población se divide en dos tipos de personas: los que han tenido hemorroides y los que están por padecerlas”, ha sostenido el jefe del servicio de Cirugía del hospital Quirónsalud Murcia, Juan Antonio Luján, en la jornada de Diálogos Sanitarios EFE que ha llevado por título ‘El auge de la cirugía mínimamente invasiva. Las nuevas claves’.
Esta dolencia tan común cuenta con tratamientos novedosos alternativos a la dolorosa intervención quirúrgica abierta, que minimizan las molestias y reducen el tradicional largo periodo postoperatorio.
El especialista en coloproctología de Quirónsalud Murcia Jesús Abrisqueta ha explicado en la jornada, organizada por EFE junto con Quirónsalud, que estos tratamientos menos invasivos (que evitan el bisturí) son tendencia mayoritaria en la actualidad.
Desde su centro sanitario apuestan, por el contrario, por sustituir esta intervención quirúrgica convencional por una acción ambulatoria que, sin hospitalización, minimiza el tiempo de baja y el dolor y, además, con una efectividad prácticamente idéntica.
Se trata de colocar unas bandas a las hemorroides, inyectar una sustancia que las cicatriza para dejar atrás la sintomatología o el uso de un láser que también cura la hemorroide sin necesidad de extirpar.
Para Abrisqueta, muchas personas que sufren las hemorroides dilatan el momento de acudir al médico por “miedo” ante la falsa creencia de que estas intervenciones son necesariamente muy dolorosas, lo que retrasa que lleguen a informarse de los nuevos tratamientos mínimamente invasivos y con poco dolor.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Cirugía (AEC), Salvador Morales, ha coincidido con este diagnóstico y ha explicado que estas técnicas menos agresivas “aportan mucho al paciente” pero tienen el inconveniente de que requieren una formación por parte de los cirujanos.
Para el presidente de la AEC, “los tratamientos de antes eran dolorosos, desesperantes y amargantes para el paciente, pero los que de ahora tienen un postoperatorio diferente” a favor del enfermo, que se beneficia de que “el bisturí desaparece”.
Los procesos de recuperación con estas actuaciones sin operación son “totalmente completos” y en caso de que vuelva la sintomatología “se pueden repetir sin ningún tipo de problema”.
La especialista en coloprotología de Quirónsalud Murcia Noelia Ibáñez ha enfatizado, por su parte, que el mensaje que se debe transmitir al paciente es que “un especialista le puede aportar muchas soluciones con ventajas que antes no había”.
“Ese miedo al dolor, al postoperatorio y a una larga baja laboral no debe ser un freno para que el paciente consulte porque hay nuevas técnicas mucho menos invasivas”, según la experta.
Morales ha rechazado que el obligado confinamiento por la covid-19 haya favorecido la aparición o falta de diagnóstico de hemorroides en mayor proporción a lo que ha ocurrido con tras enfermedades más graves.
“La covid ha sido un desastre para todo porque el miedo (a contraer el virus) ha hecho que la gente no vaya a los hospitales, donde todo el espacio ha estado dedicado a la pandemia”, según Morales.
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