El Gallinero

La desfachatez de la izquierda

Sus imputados y procesados se mantienen en los cargos

La presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs (Junts), está procesada por presunto fraccionamiento de contratos de forma ilegal para favorecer a un amigo en su etapa como titular de la Institución de las Letras catalanas. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Barcelona en Comú), se encuentra imputada por presunta malversación en concesión de subvenciones. La vicepresidenta del Gobierno Valenciano y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra (Compromís), está a punto de ser imputada, tras pedirlo el juez de instrucción, por su condición de aforada, al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por presunto encubrimiento de abusos sexuales que sufrió una menor a manos del exmarido en un centro tutelado por su Conselleria. El concejal del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset (Compromís), se sentará en el banquillo en una causa por homicidio imprudente por la muerte de un operario durante el montaje de las gradas de unos conciertos de los que el Consistorio era promotor.

Todos ellos siguen en sus puestos exhibiendo incoherencia, desfachatez se llama en mi pueblo, con sus actitudes contra políticos del PP, a los que exigían la dimisión incluso en casos menos graves que los de ellos, dimisión que en algunas ocasiones consiguieron gracias a las correspondientes cruzadas mediáticas que ahora brillan por su ausencia. Ninguno ha sufrido los perjuicios políticos, económicos y sociales que provocaron en sus contrincantes, muchos de ellos después absueltos, archivados o sobreseídos.

Hay bastantes casos más del Frente de izquierdas como el de los tres altos cargos del Gobierno del PSOE y Podemos, imputados por compra de material sanitario en los días más duros de la pandemia. Los ciudadanos no somos quienes decidimos cuándo debe dimitir un político, pero sí tenemos el derecho a pedir coherencia. Así es la vida.