Crisis del Consell
Ximo Puig ultima un Consell para fortalecer el PSPV con Compromís en plena crisis
La previsión es que los nuevos consellers tomen posesión el lunes y abrir así una nueva etapa de cara a elecciones
Del Consell más estable de la historia a la implosión. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, había presumido hasta ahora de haber mantenido a su equipo. Sin cambios, superando tensiones- que las ha habido- y volviendo a empezar una vez más.
El ciclo de ahora es otro por varias razones. En primer lugar, queda un año para elecciones y en lo que todos los socios de Gobierno están de acuerdo es que la gestión diaria les puede pasar factura. Se añade además la incertidumbre de hasta dónde puede llegar el «efecto Feijóo».
A este desgaste se suma la situación judicial en la que se encuentra la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, y la incertidumbre de lo que hay detrás del «caso Azud».
El aviso lo dio el martes la consellera de Justicia, Gabriela Bravo. Durante una entrevista en la Cope, preguntaba por la situación de Oltra, dijo que si ella se viese implicado en algo que pudiese dañar la institución que dirige, dimitiría. Y lo haría independientemente de la situación procesal en la que se encontrase.
Estas palabras no solo cayeron como una bomba entre los consellers de Compromís, sino que además, se pronunciaron el día antes de que el conseller de Educación, Vicent Marzà, anunciase su dimisión para centrarse en el trabajo de partido y con la clara intención de preparar al relevo de Oltra.
De hecho, cuando el todavía conseller le comunicó su decisión a la vicepresidenta esta le pidió que esperase, pero Marzà tenía su decisión tomada y siguió adelante con su plan.
Ante esta situación, el PSPV ha decidido que debe sacar provecho. Si hasta ahora se tenía miedo de que los números no saliesen sin Compromís, ha decidido fortalecer su mensaje y desmarcarse de sus socios.
En este contexto se debe entender el cambio de Gobierno que ultima Puig. Mientras que Compromís ha apostado por la continuidad y ante la salida de Marzà ha situado a la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, el presidente busca nombres potentes para su Gobierno.
Los consellers tomarán posesión el lunes y, por tanto, todo apunta a que Puig podría apurar hasta el domingo para anunciar los cambios.
La salida de Ana Barceló al frente Sanidad está clara. Su destino más probable es la portavocía del grupo socialista en Les Corts, pero se da por supuesto que habrá más movimientos. El conseller de Obras Públicas, Arcadi España, podría pasar a ocupar la cartera de Hacienda. También se apunta a la salida de la consellera de Universidades, Carolina Pascual.
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