Opinión

Benidorm ha vuelto

De nada sirvieron los insultos, las amenazas y el acoso sufrido

Benidorm ha vuelto. La ciudad valenciana más conocida internacionalmente ha resurgido gracias a Eurovisión y a la estelar actuación de Chanel. No olvidemos que Benidorm fue la catapulta de esta espectacular artista tras el «Benidorm fest» en cuyo escenario se realizó la selección para representar a España en el evento europeo.

El tercerpuesto logrado por la intérprete catalana fue un evidente éxito –la victoria otorgada a Ucrania nada tiene que ver con la música- y ha obligado a conocer su procedencia, por cierto polémica si recordamos cómo la atacaron sin piedad los partidarios de Rigoberta Bandini y Tanxugueiras.

De nada sirvieron los insultos, las amenazas y el acoso sufrido. Chanel siguió adelante –tuvo que renegar de tuiter- hasta convencer a los entendidos y lograr un lugar que nuestro país no alcanzaba desde 2001. La puesta en escena de su SloMo y la repercusión obtenida ha provocado que las peticiones para el próximo «Benidorm Fest» estén llegando a riadas sin que siquiera se haya organizado oficialmente la edición 2023. Por lo pronto, el presidente valenciano, Ximo Puig, se frotaba ayer las manos pensando en ello.

La capital de la costa alicantina, si de turismo se trata, ha agrandado su bien ganada fama y merecería ser el escenario de Eurovisión de 2023 porque será muy difícil que Ucrania pueda encargarse de ello. Se da la coincidencia de que este año se conmemora el centenario del nacimiento del mítico alcalde benidormí, Pedro Zaragoza Orts, en cuya hégira (1950-67) se sentaron las bases de la ciudad moderna ligada al turismo y del urbanismo vertical. Si Chanel hubiera fracasado como sus predecesores, ni ella ni «Benidorm Fest» afrontarían un futuro como el que se presume. Ahora pueden reírse de sus detractores. Así es la vida.